Recientemente el presidente del Congreso, Eduardo Castillo, negó que hubiera una parálisis legislativa. A decir de él, las y los diputados tienen “10 mil veces más trabajo que antes”.
Y uno pensaría que tras esa expresión la presentación de iniciativas, la aprobación de estas, así como la asistencia a diferentes sesiones, deberían haber aumentado sustancialmente.
Por desgracia los resultados no reflejan precisamente lo que Castillo López pronunció ante los reporteros.
Este día, Intolerancia Diario revela que, en dos meses, desde que Eduardo Castillo llegó a la presidencia del Congreso y hasta que pronunció la frase, sólo se presentaron 61 iniciativas, más o menos, una por día.
Y en el detalle, sólo dos de ellas están aprobadas.
Para no dejar en el aire el tema también se contrastaron estos números con el mismo lapso, pero de un año antes. Entonces se presentaron 56 iniciativas y se aprobaron 19 de ellas.
Como se ve la expresión “en este Congreso todas las diputadas y todos los diputados traen mucha productividad” queda muy lejos de los números que se presentan este día.
¿Quitaron el freno?
En contraste con esta parálisis legislativa ayer tres conjuntos de reformas fueron aprobados.
Uno de ellos permitirá concluir con la Reforma Judicial que arrancó desde el año pasado; los otros dos que dieron paso a la Ley Monzón y a la Ley Malena permitirán reforzar las sanciones contra quienes cometan feminicidios, tentativa de feminicidio o lancen sustancias químicas a las mujeres.
Uno desearía que no fuera necesario tener que poner estos temas en las leyes y sobre todo que no hubiera casos ni en tentativa, sin embargo, la realidad nos ha superado.
De ahí que la aprobación de estas dos leyes nos coloca a Puebla como referente nacional.
Esperemos que la publicación de estas y la difusión de las penas carcelarias, que podrían llegar a los 70 años, eviten que nuevos casos cimbren a Puebla.
