Diputados, senadores, líderes políticos, gobernadores, delegados y en general cualquier morenista que busque la simpatía de su gurú, ya alistan motores para acarrear el mayor número de ciudadanos, mañana sábado, al zócalo de la Ciudad de México.
El acarreo, con tantos tintes priístas, se realizará, de acuerdo con las primeras declaraciones de Nacho Mier, con parte de la dieta de las y los diputados. Mier, como siempre, regando el tepache.
Esa declaración, por principio de cuentas ya le acarreó una queja ante el INE, presentada por el PRD, quien argumenta que además de que semejante movilización y despliegue de propaganda podría afectar la equidad en la campaña que se realiza en el Estado de México, representa una posible comisión de delito, al utilizar recursos públicos para promover la imagen de una persona.
El traslado masivo no sólo nos recordará esas terribles prácticas priístas que tanto criticaron los morenistas, pero que siguen a pie juntillas, también dará de comer a ese monstruo enorme que es el ego del ciudadano que vive en el Palacio Nacional.
Para el hombre que cada mañana se preocupa por imponer su agenda mediática y sus “otros datos”, ver un zócalo repleto por gente que en muchos casos llegará obligada, es un shot de adrenalina, un bálsamo para su orgullo herido tras la marcha de respaldo al INE y repudio al Plan B.
Mañana sábado, la celebración por la expropiación petrolera será el menor de los temas. El verdadero asunto será mostrarle al presidente que sus huestes están listas, que su ejército está aceitado y que no les importa violar las leyes con tal de ser señalados por el dedo bendito que designará a las y los próximos candidatos en 2024.
Ya veremos a los “militantes” hacer hasta lo imposible por tomarse la foto con “Ya saben quien” y postearla o tuitearla en sus redes sociales, siempre deseando que sea vista por un solo hombre en el país.
En esta “concentración” nadie duda que el zócalo capitalino se atiborre, que las pantallas se instalen hasta en Bellas Artes o que los ríos de gente inunden las calles de Madero y Pino Suárez, pero habrá que ver si esas enormes vallas metálicas que colocan para sitiar al Palacio Nacional cada que hay manifestaciones son colocadas.
Si la Bandera ondea en la plaza pública y el paso a la puerta Mariana está libre tendremos, una vez más, la confirmación de que para AMLO sólo hay dos opciones: estás conmigo o en mi contra.
El manotazo de Omar
En la semana, a causa de la volcadura de una unidad de la ruta Galgos del Sur, les comenté que el nuevo secretario de Movilidad tenía un enorme reto en sus manos.
Ayer Álvarez Arronte dio reporte frente al gobernador, declaró que ya se ejercen medidas legales contra los responsables de la concesión, luego de que el chofer se dio a la fuga, que el permiso correspondía a una unidad de la ruta 20 y que las placas del vehículo siniestrado estaban dadas de baja.
¡Ah! También que esa unidad llevaba 17 (diecisiete) quejas y aquí viene la pregunta: ¿Y qué hizo Elsa Bracamontes con esa veintena de protestas?
Qué bueno que se tomen cartas en el asunto, la volcadura de otra unidad del transporte público ayer, que dejó otros 17 lesionados, es muestra de que urge que se regule a los cafres.