La violencia cometida por 18 policías municipales de Izúcar de Matamoros contra las periodistas Natalie y Michelle Hoyos López, así como una activista de la colectiva Marea Púrpura, es repudiable.

No hay una sola razón para que los elementos municipales rompieran todos los protocolos de actuación y hayan violentado a las tres jóvenes de manera física, psicológica y sexual.

Sin embargo, lo más grave del Caso Izúcar es que la presidenta municipal, Irene Olea, quien antes se decía feminista, haya sido quien presuntamente dio la orden para agredir a las mujeres y así “desactivar” o “congelar” las protestas y actividades en conmemoración del 8-M.

El acto de represión engloba una decena de violaciones a los derechos humanos y refleja también la intolerancia a la crítica por parte de la morenista.

Izúcar de Matamoros se ha convertido en uno de los focos rojos del estado en materia de inseguridad. En esta misma edición de Región ID, damos cuenta de tres ejecutados en ese municipio, en esta semana. De ahí que los elementos municipales debieran estar mucho más atentos a inhibir el crimen que a cumplir los caprichos de “La Jefa”, quien simplemente no deseaba ser molestada con las intervenciones púrpuras.

A Irene Olea se le debe sancionar por ser la autoridad responsable. Resultaría muy peligroso que siendo ella la presidenta municipal desconociera cuál es el actuar de sus policías o peor aún, que estos no tuvieran ningún respeto por su cargo y decidieran golpear, ejercer tortura psicológica, violencia sexual y violencia de género contra las tres mujeres, por cuenta propia.

La falta de acciones por parte de su administración contra la veintena de policías que cometieron las vejaciones también refleja el poco interés en sancionar la conducta indebida.

Las investigaciones, gracias a las denuncias penales presentadas ante la FGR y la FGE, apenas comenzarán y estaremos muy pendientes de que en este caso no exista ni perdón ni olvido.

Si queremos que en Puebla los feminicidios, la desaparición de mujeres y en general la violencia contra las mujeres disminuya y se erradique, no bastan bonitos discursos necesitamos acciones concretas y en este caso desde el Congreso y la Fiscalía mucho se puede y se debe hacer.

Cabildo responde

Una de las Consecuencias que este Caso Izúcar acarreará es la división del Cabildo. Anoche, a través de sus redes sociales, los y las regidoras repudiaron el comunicado que lanzó el gobierno de la morenista Irene Olea “en donde pretenden minimizar los hechos ocurridos al intentar lavarse las manos”.

¡Presidenta, si no puedes con el encargo, renuncia!, es parte de la carta que publicaron y fustiga que en el municipio de la Mixteca se ha regresado a los tiempos de “Díaz Ordaz o de Moreno Valle”.