Uno de los talones de Aquiles de Eduardo Rivera en su administración y que seguramente será tema de la campaña para gobernador, son los resultados en materia de seguridad.

En esta compleja asignatura, la administración riverista resulta reprobada; y sin darle vueltas al asunto, la principal culpable tiene nombre y apellidos: María del Consuelo Cruz Galindo.

Y es que la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se ha caracterizado por la ineficiencia para enfrentar los retos que implica gobernar una de las cuatro capitales más importantes del país.

Un ejemplo reciente lo tenemos en el contrato que el ayuntamiento de Puebla celebró con la empresa Aviheli Servicios Aéreos, para la renta de un helicóptero que realizara las labores de vigilancia y persuasión, propias de este tipo de aeronaves cuando se destinan a labores de apoyo para la seguridad ciudadana.

Sin embargo, desde la semana pasada, la secretaría Cruz Galindo, decidió por “sus pistolas” no permitirle a la empresa realizar los rondines diarios para los que fue contratada.

Resulta que la semana pasada, el helicóptero matrícula XA-LUI fue sustituido por la empresa para poder darle el mantenimiento requerido tras determinadas horas de vuelo, mismo que exige la fabricante de la aeronave como las autoridades aeronáuticas del país, para lo cual llegó a las instalaciones de la propia secretaría una aeronave de reemplazo, pero doña Consuelo decidió que el helicóptero no vuela porque a ella no le gustaron los colores, ni el diseño de la nave de reemplazo.

Es evidente que la señora secretaria tiene intereses ocultos que la mueven a interponer obstáculos a la empresa, sin importarle que esto afecta tanto a la seguridad de los poblanos como al erario, toda vez que el recurso se gasta, pero el helicóptero no se usa. Y todo por un simple capricho personal.

Y para rematar el tema, es un hecho que, desde la salida de la alcaldía de Lalo Rivera, la administración es un caos, unos dicen que por la incapacidad de los que se quedaron y otros aseguran que la razón real es que en ese municipio no se mueve un lápiz si el ex alcalde no autoriza a distancia.

Será el sereno, pero aquí los paganos siempre son los ciudadanos.

Ni más, ni menos.