Estamos a menos de un mes de que Puebla se vista de gala para celebrar primero su fundación y después la Batalla del 5 de Mayo. Todo parecer estar casi preparado, pero se les ha olvidado limpiar el cochinero en todo el estado que ha dejado saldos de muertes violentas, de robos cuantiosos y la presencia indudable del crimen organizado.
No tiene mucho que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) presumió la disminución de delitos de secuestro y de inmediato ocurrieron al menos dos “levantones” en la ciudad de San Martín Texmelucan, y otros más en diversos puntos del territorio poblano —como el plagiado y ejecutado en Acatzingo— que demuestran que la delincuencia en Puebla aumentó en forma considerable.
Aunado a los secuestros, los asaltos a transportes, sobre todo en el oriente del estado, han dejado huella de la presencia de criminales que a sus anchas cruzan los límites de Veracruz con Puebla —pese a todos los operativos BOM— para asaltar transportes, robar vehículos de todo tipo y después, con ese mismo cinismo regresar a su tierra a mal vender o a utilizar esas mismas unidades para sus “trabajos sucios” como los “levantones” y ejecuciones.
No hace un mes que la Policía Municipal Preventiva de Puebla y del Estado detuvieron en los límites de La Resurrección a seis sujetos que estaban descargando una nave nodriza con vehículos de modelo reciente, al momento de la detención salieron a relucir datos que implicarían a miembros de corporaciones policíacas con la protección a estos sujetos integrantes del crimen organizado.
Es más, la misma Procuraduría General de Justicia (PGJ) anunció que estos mismos sujetos iban a quedar arraigados porque tenían informes que ya habían robado otras naves nodrizas, incluso con vehículos blindados. De hecho, dijeron que serían investigados por 13 averiguaciones previas y 15 días después informaron que estos fueron consignados por un solo caso, que los demás “luego serían investigados”, lo que demuestra dos cosas o existe negligencia en las indagatorias o contubernio.

¿Y las drogas, apá?
Otra de las limpiezas que al gobierno del estado se le olvidó hacer antes de las celebraciones, porque una casa se tiene que limpiar antes de una fiesta, es el incremento no sólo al “narcomenudeo” sino a la venta de la droga más dañina y sucia que existe, la heroína, felonía que por razones aún desconocidas se dejó de atacar, sobre todo en la junta auxiliar Romero Vargas, donde se ocultan y operan las principales mafias.
La ruta de la heroína es tan grande que inicia desde Izúcar de Matamoros, desde el interior de la cárcel municipal, que sigue a la ciudad de Atlixco, donde se ocultan las familias de “narcomenudistas”, que se extiende a la Romero Varga, donde operan los distribuidores y de ahí alcanzan a nuevos viciosos en toda la ciudad de Puebla, tomando en consideración que esta droga ingresa desde Morelos y Distrito Federal y que tras este delito se encuentran cárteles que se mantienen en guerra por las rutas y las zonas de distribución.
Aunado a esto las listas de “narcomenudistas” cada día aumentan. En este mismo espacio les dimos a conocer puntos, nombres y datos de muchos sujetos dedicados a la venta de drogas, direcciones que no fueron tomadas en cuenta por los encargados de estas investigaciones, sobre todo de la Secretaría de Seguridad Pública del (SSP), donde se presume que las mafias no sólo pagaron protección, sino que hasta se mezclaron y ahora existen “narcopolicías”.

Y las mafias
Otros delitos que no se preocuparon en combatir para darle una “limpiadita” a la ciudad, son los que consideran “menores” y que no les dan la principal atención.
Los robos de autopartes, los atracos donde se “pierden” celulares, carteras, relojes y principalmente cadenas de oro, dejaron de ser una preocupación para encargados de la seguridad de Puebla y se volvieron negocio para un “puñado” de policías, tanto municipales como del estado.
Le comentó al lector que en la 8 Poniente, desde la 11 y hasta la 9 Norte, se venden la mayoría de los celulares que son robados mediante atraco. En el mercado La Merced, que se encuentra muy cerca, se venden las cadenitas robadas en todo el primer cuadro de la ciudad.
En los barrios de San Miguel, San Matías, Analco, Los Sapos y todos los cércanos al primer cuadro de la ciudad, se comercializa con drogas como la cocaína, marihuana, “tachas” y otros sicotrópicos, todo esto lo saben los encargados de manejas la inteligencia en Puebla y ¿qué han hecho?
Puebla en medio del secuestro, ejecuciones, narcotráfico, asaltos y atracos esta de fiesta.
¿Dónde está Ardelio Vargas Fosado?