Desde la semana pasada, en esta columna se ha dado entrada a denuncias emanadas de las mismas filas de la Policía Estatal Preventiva (PEP), las cuales indican serios casos de corrupción policiaca, donde incluso se puede explicar por qué del incremento de las bandas dedicadas al “narcomenudeo” y a otros delitos.
Las quejas pudieron no haber sido analizadas por dos motivos: uno de estos es que apenas terminaban las vacaciones de primavera y muchos todavía se estaban sacando la arena de sus rinconcitos; otro es que los encargados de la seguridad pública andaban en plena campaña, provocando berrinches en la Sierra Norte del estado. Por lo que fuera, las quejas son una constante.

El correo de los muertos
Los contubernios de la mafia con la Policía
“Somos un grupo de elementos de la Policía Estatal Preventiva, nos lleva a enviarle la presente para hacerle saber porque las tienditas donde se venden drogas, principalmente en la Romero Vargas, no son molestadas por los grupos de inteligencia que sirven directamente al jefe de la Estatal.
”Existe un grupo de inteligencia que tiene como comandante a Pacheco, estos se encargan de investigar todo tipo de delincuencia, principalmente de la venta de heroína, cocaína, marihuana y pastillas psicotrópicas.
”Pacheco tiene como ‘perro’ —así le dice— a Roberto Rodríguez Romero, alias ‘El Cuervo’, siendo este el encargado de recoger el dinero de las rentas de las casas y vendedores de droga.
”El policía estatal maneja una Cheroky Roja, para acudir con los vendedores y recibir el dinero que le entrega en forma directa al comandante Pacheco. Le pasamos la información porque ya estamos cansados que sea la misma Policía la que protege a delincuentes peligrosos. Pacheco es sólo una parte de la corrupción que vivimos, si nos ayuda a que los altos mandos del gobierno se enteren de lo que pasa en nuestra Policía le vamos a enviar más información sobre la corrupción que no ha sido arraigada.”


¿Y El Caballo apá?
Muchos mails que han llegado a esta columna señalan a un elemento de la uniformada que se ha ganado sus asensos a base de las traiciones y de los golpes bajos, los cuales también le han servido para aumentar su economía en negocios sucios como la venta de heroína.
Nuestro personaje tiene como apodo “El Caballo”. Las quejas en su contra indican que se ha valido del fino arte de “lamer botas” para llegar a ocupar asensos en la corporación de la estatal, pero que después ya no le son reconocidos debido a su ineficacia para trabajar.
“El Caballo” tiene una pareja identificada como “La Tita”, uno de los personajes más importantes en la venta de heroína, que tiene como principal base de operaciones la junta auxiliar Romero Vargas.
La historia de “La Tita” no cabría en este espacio, es la hermana de otro “narcomenudista” que está preso en el Penal de San Miguel, sujeto a proceso por delitos contra la salud, tras ser detenido por personal de la PEP, como uno de los principales introductores de este tipo de droga.
Las quejas que han llegado por medio de denuncias anónimas indican que “La Tita” fue quien le puso una trampa a su propio hermano para quedarse con la plaza de las drogas en la Romero Vargas, y por la misma razón cayeron otros cuatro “narcomenudistas”, considerados como de “medio pelo”.
En todas estas detenciones, por lo menos como “dedo” o “informante” intervino el policía “Caballo”. No es necesario preguntar qué pidió a cambio de delatar a los “narcomenudistas” que se dijo eran sus “amigos”. Para empezar “La Tita” nunca más fue molestada por un solo operativo policíaco, y en estos momentos podría considerarse como “la reina” de la Romero Vargas, además de que “El Caballo” ha tenido importantes ascensos en diversas bases de operaciones, asensos que ha perdido por una sola razón, no llego por meritos, sino por ese “compromiso” que enrique a su pareja.
Y las cosas que faltan por contar.

Se filtra la mafia en la Policía Acreditable
Los 200 elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) aún no terminan de probarse sus uniformes y ni de poner en práctica su aprendizaje, cuando ya se dice que en sus filas han ingresado personal que sólo busca operar como “halcones” para el crimen organizado.
Los policías que forman parte del grupo Acreditable, preparados para combatir todo tipo de delitos, desde los locales hasta federales, con amplio conocimiento en el manejo de armas, la negociación y rescate de rehenes y anexas, acaban de terminar otro curso más en Tlaxcala.
Pero nunca falta un pelo en la sopa.
Desde las mismas filas de la Policía Estatal llegó un comunicado. Quien lo envía pide todo el sigilo posible, sobre todo porque se trata de la posible presencia del crimen organizado.
Y es que dice el reporte que por lo menos una de los elementos en activo tendría algún parentesco político con un personaje de la delincuencia organizada, que no tiene mucho que regresó después de haber sido secuestrado y llevado a Veracruz, donde fue obligado a ingresar a su organización delictiva. Incluso le “prestaron” todo el personal necesario para sus actividades en Puebla.
Este personaje está identificado como “Bam Bam”, exconvicto del penal de San Miguel, donde purgo condena por delitos contra la salud y donde incluso reclutó a internos prestándoles dinero para sus fianzas, para que pasaran a ocupar un lugar en su organización.
Este mismo “Bam Bam” estaría relacionado en diversos robos violentos a comercios y a casas-habitación. La persona que se dice es su “incondicional” por haber ocupado un lugar en su familia, le llaman “Fany”, está dada de alta en esta Policía Acreditable y se considera, según la denuncia, un riesgo para sus mismos compañeros, razón por la que enviaron el mail donde piden se siga de cerca el trabajo que realiza la mujer policía. De entrada, la responsabilizan de lo que pueda ocurrirle a alguno de sus compañeros.