En esta ocasión la Delegación Estatal Puebla de la Procuraduría General de la República (PGR) dio cátedra de cómo deben realizarse los operativos para la prevención del delito de trata y el combate a la corrupción de menores, siendo visitados de manera sorpresiva los negocios que se ubican en el primer cuadro de la ciudad, principalmente los que se ubican en la 6 Poniente y la 9 Norte, donde 15 días antes un grupo de falsos federales encabezados por Abrahán Rosas y Jorge Arroyo, extorsionaron a varios hoteleros con la amenaza de clausurarle sus negocios y llevárselos detenidos.
En esta ocasión el operativo tampoco fue al estilo gangsteril de Normatividad Comercial del ayuntamiento de Puebla, de cantonazos, destrucción de propiedad privada, privación ilegal de la libertad tanto de clientes como de empleados y otras lindezas que tienen que ver con una clara violación a los derechos humanos y un claro abuso de autoridad, porque se trata de cateos violentos, sin que exista de por medio una autorización de ingreso por parte de un juez Penal.
Es cierto que Puebla es uno de los estados donde más se combate el delito de trata de personas y de corrupción de menores, pero hay que dejar en claro que este combate lo realiza la Procuraduría General de Justicia (PGJ) a través de sus departamentos especializados, que han dejado importantes resultados en detención de delincuentes que obligan a mujeres a prostituirse o a menores de edad; también es cierto que un delito no se combate con otro delito, no se pueden allanar domicilios y negocios si no se cuenta con los autorizaciones legales correspondientes.

Datos fuertes de un operativo
“El Ministerio Público Federal de la Procuraduría General de la República en el estado de Puebla, con el apoyo de efectivos de las policías Federal Ministerial y Municipal, llevaron a cabo un operativo de prevención del delito de trata de personas en el Centro Histórico de la capital de la entidad.
”En esta acción inspeccionaron los establecimientos ubicados en la calles 6 Poniente, número 718; 6 Poniente sin número, entre las calles 9 y 11 Norte, y 4 Poniente, número 903, todos ellos en la colonia Centro.
”En estos inmuebles, el Fiscal Federal corroboró que la documentación de los negocios estuviera en orden, y que no se detectara ninguna irregularidad que propiciara algún hecho fuera de la Ley, como la Trata de Personas, así como la presencia de menores de edad.
”Estas acciones forman parte de la estrategia nacional propuesta por el Gobierno Federal para proteger la integridad y los derechos de las personas en todo el país, y para prevenir la comisión del ilícito de la trata de personas en todas sus modalidades.”

De las anécdotas que en materia de trata se comentan
Abrahán Rosas y Jorge Arroyo llegaron de la mano a la ciudad de Puebla, en uno de sus portafolios llevaban orgullosos una fotografía, eran ambos cercanos de un personaje de la política mexicana, la del abogado Diego Fernández de Ceballos.
Tras presentar la foto ambos abogados dijeron llevar la consigna de cobrar las “rentas” de los negocios de “giros negros”, hoteles, moteles y anexas no sólo de Puebla sino de Veracruz, Tlaxcala, Hidalgo y Morelos.
Esta foto y “orden” circuló por todos los negocios de diversión nocturna, de hoteles y moteles, además estos dos personajes, que como “Los Gansitos”, los pueden encontrar en litigios penales, civiles e incluso electorales, dijeron llevar también la “bendición” de las autoridades policíacas poblanas y durante un tiempo se “despacharon con la cuchara grande”, hasta que los mismos comerciantes se fueron dando cuenta que eran unos farsantes.
En la foto que le comentó el personaje que ellos aluden no es ni siquiera “El Jefe Diego”, es una persona muy parecida; además, de ser así, un político panista de tal linaje nunca se prestaría a apadrinar estafadores; esa foto tiene mucha historia, muchos la vieron y ahora la comentan.
Nos vemos cuando nos veamos.