El juego de los “Padrinos Mágicos” mantiene a dos elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) —uno de estos apodado “El Gansito”, al segundo le dicen “Bonilla”— bajo investigación por parte de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), a través de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI), como presuntos responsables de delitos como secuestro y abuso de autoridad.
Los dos policías fueron detenidos en una de las calles del barrio Xonacatepec la tarde del jueves 3 de enero, cuando tenían retenidos contra su voluntad a dos sujetos, que al parecer se dedican al “narcomenudeo”, a quienes no pensaban remitir ante las autoridades correspondientes, sino “negociar” con ellos. Resulta que estos sospechosos de delitos contra la salud, de los que no se sabe si están también detenidos, les permitieron que hicieran una llamada para pedir “el recurso” y en lugar de esto se comunicaron con sus “padrinos”, que por alguna razón son de la misma Policía Estatal y este les dijo que “no se preocuparan”, que el recurso iba en camino.
Pero este “recurso” no era necesariamente dinero, sino una cédula que al parecer se identifica como “Galy”, que está compuesta por personal de Estrategias de la uniformada bajo las órdenes del comandante Maza.
Usted debe recordar a Maza. Está sujeto a investigación en la Fiscalía Especializada para Servidores Públicos, lo mismo que unos 10 elementos —algunos consignados al penal de San Miguel— tras haber atracado a dos periodistas y también por el saqueo a la casa de un sospechoso del delito de “narcomenudeo”.
Estos policías detuvieron a los también preventivos “El Gansito” y “El Bonilla”, a quienes trasladaron a las instalaciones de su corporación y se suponía que tenían que remitirlos ante el Ministerio Público pero no fue así, los entregaron a personal de la DGADAI, para que estos se hicieran cargo de las investigaciones, como si ellos hubieran sido los aprehensores.
Se metieron con quienes no debían
Pero aún hay más. Quienes filtraron a esta columna la información también dijeron que los dos policías detenidos no están en grupos activos, sino comisionados en diversos puntos del gobierno del estado; ni siquiera están juntos, solo se reunían para “levantar” a “malandros” con la intención de extorsionarlos, ya que por el momento no tienen facultades para efectuar una detención o remisión.
Por este detalle, los policías no advirtieron que sus dos “víctimas” estaban “entradas” con algún jefe policíaco y este se encargó de cobrarles la afrenta a grado tal que a los dos actualmente detenidos les enviaron “como chalequito” implementos para fortalecer las acusaciones en su contra.
Tanto “El Gansito” como “El Bonilla” realmente no supieron con quienes se estaban “metiendo” y es que Alfonso Salamanca, a quien le dicen “El Poncho”, no les dijo que a quienes estaba “poniendo” ya pagaban sus “rentas”.
“El Poncho” es un vicioso de la zona del barrio de Xonacatepec, pariente cercano del “Gansito”, quien se gana unos pesos informando quiénes son los distribuidores y vendedores de droga de la zona.
Las mafias de las drogas
Un servidor, en entregas pasadas, tocó el tema de la venta de drogas en la ciudad de Puebla; hubo hasta direcciones de lugares donde se presume que hay “narcomenudeo” y ninguna autoridad movió un solo dedo.
Solo el secretario de Seguridad Pública “al vapor” ordenó una investigación que lógicamente terminó en “aquí no pasa nada”. Para nadie es extraño, todos le mienten al secretario, lo hacen vivir en un mundo sin drogas, sin delincuencia y como “es un hombre tan ocupado”…
El secretario desconoce o no quiere darse cuenta que sus subordinados se están llenando los bolsillos de dinero con la corrupción a costa de su reputación, ya que en la ciudad de Puebla tienen controladas diversos tipos de mafias, entre estas las del “narcomenudeo”, pues a la secretaría ingresa dinero sucio que no le reportan.
Seria ilógico pensar que “El Jefe” está involucrado; el dinero de las drogas no le sirve para nada. “Pero como es un tipo tan ocupado”…
Por cierto, uno de los “narcomenudistas” que fue extorsionado le dicen “Gaby”, que al final de cuentas es un sospechoso de delitos contra la salud, por lo que también se espera que sea presentado ante las autoridades correspondientes.
Feliz Año.
Nos vemos cuando nos veamos.
Porque los muertos corren rápido