No está usted para saberlo ni un servidor para contárselo, pero en cuestión de seguridad pública el gobierno de Puebla se muestra como las avestruces, con la cabeza metida en la tierra.
Y le explico.
Usted debe haber visto a través de noticias de televisión o por la prensa escrita e incluso cibernética, información de detenidos por diversos delitos, de alto impacto principalmente.
En estos informes aparece el nombre completo y apellidos con la primera inicial, además de fotografías con una venda en los ojos, como lo estaría marcando el nuevo Sistema de Justicia Penal.
Aquí en Puebla es distinto, tanto la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y principalmente la del municipio de Puebla, se volvieron medrosos, o tal vez huevones.
A raíz de la entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal, la información tanto de la Secretaría de Seguridad Pública como de la Fiscalía General del Estado se volvió más deficiente y más censurada.
Los nombres de los detenidos ni siquiera se apegan a los informes de otros estados, donde está implementado este sistema, solo ponen un nombre y no los apellidos con la primera letra y además quitaron ya las fotografías, aunque fuera con una venda en los ojos, como debería ser.
Esta medida censura más la información de las actividades de quienes brindan seguridad y persiguen el delito.
Al carecer de información, carecen también de credibilidad.
¿Quién puede creer si se informa, por ejemplo, de la detención de un homicida o violador, cuando aparecen solo textos sin nombre?
Este cambio de sistema vino a beneficiar al gobierno de Puebla en su afán de controlar toda la información que deben tener los poblanos.
Ni siquiera un servidor se atreve a pensar que la información del gobierno en materia de Seguridad Pública está en manos de flojos.
Más bien es una estrategia, sobre todo en la precampaña a la presidencia para vestir a Puebla como estado seguro, cuando aquí se vive una guerra de mafias por el control del poder.
Y ni hablar de Seguridad Pública Municipal que cancelaron la información sobre las actividades de detenciones y ahora, por semana, agrupan información que carece de credibilidad por la falta de información.
Y así pretenden responsabilizar al Sistema de Justicia Penal de su complacencia y displicencia.
¿O será que todos estamos equivocados y nuestro gobierno carece de toda la preparación para este nuevo sistema?
El arte de enfriar protestas
Antes déjeme comentarle que el operativo de "decomiso de piratería" del viernes pasado no fue para nada un enfrentamiento entre comerciantes ambulantes y elementos de la policía, más bien un agandalle, seguido de un circo, maroma y teatro.
Primero le informo que los comerciantes ambulantes, los que vendían piratería, fueron sorprendidos por los cuerpos de seguridad, que a base de macanazos, disparos y con sus vehículos oficiales barrieron con todo lo que se encontraron enfrente y tras dejar una estela de desesperación, por el decomiso de mercancía; indignación, por el abuso e impotencia, porque no pudieron evitar que los dejaran sin vida, vino el circo, la maroma y el teatro.
En videos y fotos se aprecia a comerciantes ambulantes que a lo lejos lanzaban piedras y lo que tuvieran contra los policías, pero no los enfrentaron, cuerpo a cuerpo, como se dice.
Cuando los policías se retiraron entonces aparecieron grupos de hombres, mujeres y niños, armados con palos y piedras que corrían de una calle para otra sin ninguna dirección.
Que "vamos para la 8", que "vamos para la 10", pero a donde llegaban ya no había nada, ni comercios abiertos ni policías, solo curiosos que les querían tomar una foto o video con su celular y que eran amenazados por más de 10, que les exigían que borraran lo que habían tomado.
Al final los comerciantes se cansaron de correr, a fin de cuentas cuando salieron a "enfrentar a la policía" estos ya se habían retirado, ya nadie los escuchó ni apoyó en sus demandas de que los dejen trabajar.
¿De parte de quién?
Al final de todo este embrollo ya no se dijo de parte de quién vino el operativo.
Si les decomisaron piratería ¿dónde quedó y en qué consistía?
En la acción policiaca no había ni ministerio público, ni representantes como los de Comercio Exterior, a quien le toca entender de este tipo de delitos.
Tampoco intervino ni la Fiscalía General del Estado, ni la Procuraduría General de la República (PGR) porque el caso es que se deberá combatir el delito o a qué oficio de colaboración intervinieron los uniformados.
Qué bueno que el comercio ambulante de Puebla es noble.
¿Qué pasaría si fueran como los maestros de Oaxaca, Guerrero y anexas?
En estos momentos Puebla sería un pandemónium.
Y solo es pregunta.
¿Cuál es el futuro de los comerciantes a quienes les decomisaron su inversión?
¿De qué van a vivir?
Nos vemos cuando nos veamos.