Un correo llegado a esta columna estaría ubicando a uno de los mandos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) como "patrón" de los dos hombres que murieron calcinados al volcar la camioneta donde transportaban cerca de 3 mil litros de hidrocarburos robados y después se incendiara.

El mensaje indica que el sospechoso de ser jefe de un grupo de huachicoleros que opera en diversos puntos de “El Triángulo Rojo", entre estos Tepeaca, que llegó procedente del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, al inicio de esta administración.

Casi de la mano con el criminólogo Luis Galán, director de la corporación, de quien aún se desconoce si ya terminó la cartera de derecho "al vapor", que inició en Puebla, cuando empezó a ser cuestionado sobre si era abogado o no.

Este mando, de quien por el momento nos reservamos el nombre hasta que lleguen las pruebas que lo estarían vinculando, es uno de los que ha duplicado sus riquezas haciéndose como "el tío Lolo", cuando se trata en operativos contra huachicoleros.

De hecho, si usted analiza las actividades de la AEI durante esta administración, esta corporación es la que reporta menos detenidos por robo de hidrocarburos, además de que, en Tepeaca, estarían no solo protegiendo, sino entrándole a eso del robo de gasolina.

No sería extraño ni tampoco la primera vez que tras una banda de maleantes o varias se encuentre un jefe de esta altura.

Y va de nuevo, para evitar este tipo de comentarios sería necesario que a los jefes de la Policía Ministerial les investiguen sus posesiones, se van a llevar una sorpresa.

Burros en el MP de Serdán

El descuido o negligencia del Ministerio Publico, en este caso de José Serapio, vino a provocar la indignación de una familia del municipio de Esperanza, parientes ‎de uno de los hombres que murió calcinado en la volcadura de la camioneta que transportaba hidrocarburos, identificado con el nombre de Manuel, quien tenía 20 años de edad.

Resulta que durante velorio de este hombre, personal del Ministerio Público llegó para llevarse el cuerpo, de nuevo al Semefo, porque se les había olvidado practicar unas diligencias.

Y es que el cuerpo del hombre accidentado ya había estado a disposición de los investigadores y se presume que ya habían hecho las averiguaciones necesarias para devolverlo, pero no fue así.

Los familiares tuvieron que suspender rosarios y todo lo que ocurre en un velorio.

No faltó quienes se molestaron y trataron de oponerse, pero, de verdad, quién se le enfrenta a estos servidores públicos que son abusivos con la sociedad civil, pero que se meten hasta debajo de sus camas cuando escuchan la palabra del "crimen organizado".

Nos vemos cuando nos veamos.