Aún no se realiza el sexto y último informe de Rafael Moreno Valle como gobernador, cuando todo el equipo del todavía secretario de Seguridad Pública del Estado, Jesús Rodríguez Almeida, comienza a empacar para ubicarse en otras posiciones, la mayoría de estas con cargos federales.
El mismo Rodríguez Almeida tiene puestas sus esperanzas en cargos en la Policía Federal e incluso en la Procuraduría General de la República, lo mismo que los que componen su "equipo cerrado", que serían el director de la Policía del Estado, además de la Dirección de Centros de Reinserción.
De hecho, el titular de la Dirección del Centro de Readaptación Social, (Cereso) de San Miguel, ya se prepara para ocupar importante cargo en la Dirección de Seguridad Pública de Veracruz.
Esta renuncia podría ocurrir de un momento a otro, luego de que desde el mes de diciembre ya le tienen apartado su lugar a este director.
Para la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, para la administración que se avecina, está prevista la llegada de un general del Ejército Mexicano, esto con la intención de reforzar la vigilancia a las instalaciones de Pemex que cruzan por el territorio poblano.
Uno de los llamados para hacerse cargo de la seguridad de los poblanos sería el general Sergio Ayón, hermano del también general Mario Ayón, quien ya fue secretario de Seguridad Pública en Puebla.
También está prevista la llegada de otro general del Ejército, cuyo nombre se maneja con reserva.
Lo que sí no se descarta sería la llegada de otro militar a ocupar el cargo más importante para la seguridad de los poblanos.
La era de la prepotencia en la Unidad de Medidas Cautelares
Jorge Luis García Arellano está a cargo de la unidad que lleva a cargo la evaluación de riesgos de personas imputadas por la comisión de un delito.
Este personaje, que anteriormente ocupó cargos federales, en lugar de que sea conocido por sus logros, solo se le conoce porque gusta de pasearse por los pasillos de la Casa de Justicia Puebla, cuando se encuentra en completo estado de ebriedad y vaya usted a saber qué más se mete.
Este hombre en ese mismo estado de ebriedad y lo que le sigue utiliza los vehículos oficiales que le ponen a cargo para estarse paseando con amigos y "amigas" pasándose los altos, subiéndose a las banquetas, dando arrancones, vociferando que por su "alto" cargo se puede a pasar cualquier autoridad por el "arco del triunfo", o sea "por sus tompiates".
Este hombre no solo utiliza su cargo para pasarse de listo, además trata con bajezas y groserías a su personal, porque piensa que está "bien apadrinado" en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
En otras palabras "que le entra".
Para tal caso, a cada uno de sus empleados les pide 150 pesos mensuales para que no sean transferidos a una Casa de Justicia lejos de sus domicilios.
Por esto mismo, el personal de la Unidad de Medidas Cautelares prefiere callar los abusos y arbitrariedades de este personaje.
Con solo decirle que tuvieron que quitarle el arma de cargo que le habían dado por sus constantes escándalos en la vía pública.
Y le comento otra, una de sus empleadas que tiene un hijo con problemas mentales una vez le pidió permiso para salir más temprano de su trabajo.
¿Sabe usted qué le contestó?
Primero no le dio permiso, luego le dijo que no era su problema que haya tenido un hijo idiota.
¿Quién protege a este personaje?
Nos vemos cuando nos veamos.