Dos secuestros exprés, el primero a una estudiante, el segundo a un maestro.
Decenas de atracos, por no decir de robo de autopartes.
Agresiones sexuales, venta de drogas, venta de protección.
Son los adornos al turismo de los barrios de Analco, La Luz, El Alto, Xanenetla y muchos de los que se ubican en el primer cuadro de la ciudad.
Los que fueron puestos en una mesa de denuncias de universidades a los encargados de la seguridad pública.
Un ejemplo claro es la 3 Oriente, del bulevar 5 de Mayo a la 20 Oriente, de Analco a la colonia Azcárate, donde se encuentra un corredor de universidades y un corredor de negocios de giros negros dirigido en forma directa a los estudiantes, con todos los descuentos, incluso en drogas.
En la 3 Oriente, del bulevar 5 de Mayo a la 16 Sur, operan bares "exclusivos para adolescentes", donde las ofertas para perder el sentido con bebidas espirituosas es la moda.
Desde cervezas hasta licor.
Mientras que en la 5 Oriente, grupos como "La Mafia", el de Martín, "La Doña", se encargan de la distribución y la venta de la heroína, cocaína y todo tipo de drogas sintéticas.
Y pasa lo que ocurre en zonas donde los vicios no tienen control alguno.
Los estudiantes son atracados, lo mismo que los maestros y se llegan a registrar hasta secuestros exprés.
Como en su momento fue denunciado por rectores y catedráticos.
La zona de Analco, donde los fines de semana es un centro turístico, es uno de los puntos donde más se comercializa con drogas, pese a que a solo unos metros se encuentra el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec.
Las bandas de "La Mafia", de "Martín", de “La Doña", han tenido tanta aceptación entre estudiantes, viciosos e incluso delincuentes, que se han extendido hasta los barrios de La Luz, Acocota, Los Remedios, El Alto, Xanenetla y aunque usted no lo crea, han llegado hasta el Centro de Convenciones, El Barrio del Arista, El Parián.
Donde también ocurren asaltos, robo de autopartes y todo lo delictivo que atrae la clandestinidad.
En varias ocasiones las quejas de la inseguridad en zonas turísticas se han denunciado en forma continua.
Pero nadie les hizo caso.
Ahora estos mismos delitos vuelven a quedar en las mesas de las denuncias.
Aunque los bares que le comenté siguen funcionando, los mismos narcomenudistas siguen operando en los mismos lugares.
Y los mismos estudiantes y maestros siguen siendo víctimas potenciales de estas mafias.
Nada pasó.
Fue puro parloteo.
Nos vemos cuando nos veamos.