Ocurrió la madrugada del 20 de agosto, un grupo de hombres armados sacaron del “salón social” Laguna Azul, ubicado en la zona del Campanario, a un menor de edad que se estaba divirtiendo con sus amigos.
En el antro, en las últimas fechas han ocurrido por lo menos dos homicidios, además de que se trafica con armas de fuego, drogas e incluso se practica la trata de blancas.
Quienes fueron testigos de lo ocurrido, que tienen temor a decirlo, por la peligrosidad de quienes se aventaron la privación ilegal de la libertad, fueron sujetos que seguían las órdenes de Arnulfo, de apellidos Celis Hernández, a quien le dicen “El Pachón”.
“El Pachón” sería un sujeto que se autonombra como “el jefe del cártel de Puebla” y que dice tener la plaza de la venta de las drogas al oriente de la ciudad.
De los que operaron en el levantón se encuentran: “El Keos”, quien tiene el cargo de la piratería en la 10 Poniente, entre 7 y 9 Norte; “El Trukutu”, Sergio “M”, además de otros más del barrio de El Parral.
Este grupo estaría dedicado a la distribución y la venta de drogas en los barrios de La Luz, El Parral, Xonaca, Azcárate.
Estarían directamente relacionados con la banda de “La Mafia”, que venden drogas en dos vecindades del Barrio de Analco y un departamento de la colonia Azcárate.
Quienes se llevaron al menor lo subieron a un vehículo de color blanco y se enfrentaron contra otros sujetos que pretendían rescatarlo, dándole tiempo a que desde su celular pudiera comunicarse con sus familiares.
Cuando los agresores ya se retiraban llegaron los familiares del menor y se inició una persecución que terminó en la Avenida Juan de Palafox y Mendoza, frente al 118, donde estos sujetos aventaron al menor a la cinta asfáltica y se dieron a la fuga.
Los agresores no sólo iban en ese vehículo, iban en otras unidades desde donde les disparaban con sus armas.
Los vecinos de la zona donde fue aventado el menor, que presentaba golpes en diversas partes del cuerpo, dijeron que los desconocidos también efectuaron disparos en las fachadas de sus casas y en los vehículos que estaban estacionados.
Los afectados llamaron al 911 para pedir auxilio, pero nunca llegó ni la Policía Municipal ni nadie que los pudiera ayudar.
Y el Ayuntamiento, bien gracias
De todo esto que le comento, extraña que si existe tanta inseguridad en este “salón social” Laguna Azul, donde se han dado casos de agresiones con arma blanca y de fuego y como consecuencia homicidios, el Ayuntamiento de Puebla, a través de su Dirección de Normatividad, no haya clausurado el local, por lo menos en forma definitiva.
Quienes envían el relato de lo ocurrido aseguran que el salón social es un paraíso de venta de drogas, de armas, de la trata de blancas y a nadie se le ha ocurrido hacer una investigación.
De seguro esperan que esta noticia, la de la existencia del búnker de las drogas y de la impunidad, salga a nivel nacional para que les dé vergüenza.
O que tenga que venir la Marina para que hagas su trabajo.
Nos vemos cuando nos veamos.