Las redes sociales pusieron al descubierto que sujetos desconocidos, a bordo de un vehículo particular y una camioneta que estaban robando donaciones que los poblanos hicieron para los damnificados en los sismos de días pasados.
Un video tomando por un civil, muestra una camioneta de color blanco, donde en la parte trasera irían cajas con donaciones, además de picos, palas y ropa.
El video no presenta al conductor de la camioneta, ni a ninguna persona que esté al frente, sólo se aprecia a jóvenes que tenían la puerta del conductor abierta y otros que están recuperando cajas que había en la batea.
Junto a la camioneta se aprecia otro vehículo, éste de color gris, donde se aprecia en el asiento del copiloto una mujer de tez morena, de cabello negro, que lleva puesta una blusa de color negro y que no se separa de su bolso.
Esta mujer recibe toda clase de improperios, porque dentro de esa unidad fueron halladas cajas de donaciones, además de ropa.
La mujer, totalmente asustada, no daba su nombre a quienes le insistían que se identificara y sólo respondía con el lenguaje de los burócratas, pero eso sí, aterrorizada.
Durante varios minutos los insultos a los ocupantes de ambos vehículos fueron creciendo, parecería que de un momento a otro los iban a golpear, pero al final decidieron sólo exhibirlos y pedirles que se retiraran.
Estos hechos ocurrieron en algún punto de recopilación, en la ciudad de Puebla.
Surgen vivales ante la tragedia
Tras los trágicos hechos ocurridos en Chiapas, Oaxaca, México, Morelos y Puebla, los mexicanos se volcaron para mandar ayuda a los hermanos damnificados.
Estudiantes de diversas universidades tomaron las esquinas de los cruceros más importantes de Puebla, para pedir donaciones en alimentos, medicinas, productos de higiene, dinero, todo para los afectados.
En negocios, centros comerciales, dependencias del gobierno, del municipio fueron instalados centros de acopio, que se dijo iban a ser destinados a diversos puntos de los estados afectados,
Pero no faltaron los vivales.
Hombres y mujeres que en cualquier esquina estacionaron un vehículo con una cartulina que decía “Centro de Acopio”, lograron acumular donaciones, de las que nunca tuvieron un destino de apoyo.
También hubo personas que recorrieron colonias con vehículos y parlantes donde pedían a los vecinos que salieran para hacer alguna donación y también hubo respuestas positivas.
Hubo otros más hábiles que pedían donaciones en efectivo y entregaban sus números de cuentas bancarias, desde donde decían iban a transferir el dinero.
Lo lamentable es que muchos de éstos que le comento sólo fueron fraudes a costa del dolor humano.
Lo malo es que es difícil para estos casos tipificar un delito, además de aplicarlo, a causa de este sistema penal acusatorio.
Nos vemos cuando nos veamos.