La mañana y tarde del domingo ocurrió en la ciudad de Puebla, de manera específica en la colonia Balcones del Sur, la agresión violenta a una familia que en breve va a dejar serias secuelas.
Resulta que un grupo de sujetos se metieron a una de las casas que se ubican entre Artículo 14 y Constituyentes, para amordazar a una familia, donde aún se desconocen los motivos.
Uno de los ocupantes de esa casa fue herido de un balazo en la cabeza, otro fue materialmente degollado y un tercero recibió un balazo a la altura del hombro, pero ninguno de los tres murió.
Un niño y una mujer fueron amordazados, la última fue golpeada en forma violenta.
Le comento que por el momento se desconocen los motivos de esta agresión.
Y los responsables de toda esta carnicería, creyendo que sus tres víctimas habían muerto, se retiraron de la misma forma que llegaron, con toda la tranquilidad.
La inoportuna intervención policiaca
Tras lo que le acabo de comentar y luego de una desinteresada respuesta llegó la Policía del Municipio, además de paramédicos de SUMA.
Los segundos atendieron a los heridos y de inmediato los canalizaron a un hospital de la ciudad de Puebla.
De los policías que llegaron se encontraba el jefe del Sector 6, de apellido Escamilla, que estaba que no lo calentaba ni el Sol.
Y es que antes de que ocurriera la agresión su jefe había presumido una Puebla en calma.
Molesto, el comandante mandó a retirar a todos los curiosos y después más molesto ordenó la detención de uno de los curiosos, con la intención de no quedarse con las manos vacías, aunque sabía que no tenía nada que ver.
Los vecinos de la zona donde ocurrieron los hechos protestaron contra la inseguridad en la que viven y aún más por la detención injustificada del joven que sólo de acercó a ver por qué tanto policía y militares, que también llegaron.
Entre los jaloneos el joven que había sido detenido y obligado a subirse a la batea de una patrulla, logró escapar.
O en caso contrario hubiera sido presentado por delitos que no había cometido.
La complicidad y burocratismo de la FGE
La misma tarde del domingo un joven llegó a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), iba con las manos esposadas.
Les dijo que había escapado de una detención arbitraria y al margen de la ley, sólo por acercarse a la esquina de Artículo 14 y Constituyentes, donde había muchos policías y militares.
Mostró las esposas y el número de serie de éstas, que se encuentran a resguardo de un policía de nombre Jhontan, para probar el abuso.
Además de que se presentó porque el que nada debe...
Pero no lo atendieron.
Le dijeron que en ese momento, los que trabajan recibiendo denuncias contra servidores públicos estaban de descanso y le dieron cita para el lunes.
Ni siquiera porque aún estaba latente la flagrancia del delito de privación ilegal de la libertad y abuso de autoridad, fue atendido por el Ministerio Público.
La intención fue evidente, la FGE protegió el abuso de elementos de la Policía Municipal y demostró la flojera con la que realizan su trabajo.
Seguiremos informando.
Nos vemos cuando nos veamos.