Usted no está para saberlo, ni un servidor para contarlo; pero en breve serán vendidas las instalaciones del Lienzo Charro de Puebla, en una operación pactada por debajo del agua.
Los posibles candidatos a ocupar los terrenos serían los propietarios o el propietario de la empresa Alen del Centro, quienes desde hace tiempo añoran la propiedad ubicada en la zona de los Fuertes.
El motivo de la venta de la propiedad o más bien la escusa son las deudas que el Lienzo Charro tiene con el agua, predial, impuestos, etcétera.
Un correo llegado a esta columna indica que los involucrados en la venta de tres hectáreas que ocupa el Lienzo Charro, son los empresarios Miguel Leal, Mariano Montaño, Heriberto Rocha, además de Carlos Maurer, apoyados por el presidente de la Asociación de Charros, Ernesto Tito Osorio.
Por cierto, este empresario ya debería de haber dejado el cargo, pero por razones que usted y un servidor desconocemos, han dilatado la reunión para realizar el cambio que debe de ser obligatorio.
Todos estos empresarios, desconociendo a los cerca de 60 socios, van a pactar la venta con la empresa de productos de limpieza, argumentando que los cerca de 60 millones de pesos serían para pagar las deudas, además de que van a esgrimir que el deporte de la charrería ya no es atractivo para los poblanos, lo que no es cierto.
Primero le comento que en últimas fechas en el Lienzo Charro se celebraron dos charrerías que dejaron llenos totales, lo que significa que se trata de un negocio redituable.
Segundo, el gobernador de Puebla, Tony Gali, ya había solicitado que el deporte de la charrería fuera enseñado a los niños y ya habían quedado organizar las enseñanzas, pero todo parece indicar que quieren dejar plantado al deporte.
Y le comento cómo se va a organizar la transa.
De entrada, el terreno que ocupa el Lienzo Charro aparece en el Registro Público de la Propiedad como propiedad privada, cuando en realidad es un comodato.
El gobierno del estado donó el terreno a cambio del que actualmente está erigida la Secretaría de Finanzas, en la 24 Sur y la 11 Oriente.
Luego entonces, piensan vender un terreno que no es suyo.
Se acabaría en Puebla el deporte nacional de la charrería mexicana.
Y de esto no tiene informe alguno ni el gobierno de Puebla ni el ayuntamiento.
Nos vemos cuando nos veamos.