A través de las redes sociales, la Fiscalía General del Estado (FGE) presume que el mercado conocido como “La Cuchilla”, ha quedado limpio de delincuencia organizada y que en estos momentos opera con absoluta tranquilidad.
Antes de la entrevista informa que en un cateo realizado al interior del mercado en cuestión, que dejó como saldo dos detenidos y un muerto, regresó la tranquilidad a un sitio que tiene como venta fuerte la piratería y el contrabando.
Hasta antes de este operativo presumido por la FGE, este mercado, además se dedicaba a la venta de todo tipo de drogas, además de armas y otros artículos considerados ilícitos.
Pero como ocurre en estos casos, la historia del cateo no fue del todo contada.
Hizo falta en este informe mencionar que los grupos de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), a cargo de Jesús Morales Rodríguez, fueron el factor fundamental para que fuera ubicado el grupo delictivo de “El Negro”.
Que los informes y acciones de la SSPE, fueron cómo se desmanteló la organización delictiva, que ya había alcanzado a colarse en uno de los cárteles más violentos de los últimos tiempos.
En el informe presentado por la FGE aparece borroso un presunto vendedor de “La Cuchilla”, que agradece la intervención de la FGE para atacar los conflictos delictivos que afectaban a los comerciantes.
En esta entrevista la Fiscalía sí reconoce la presencia del crimen organizado en Puebla, sin que también reconozcan que esta institución durante toda la administración pasada se mantuvo al margen de los delitos, como el robo de hidrocarburos y el mismo narcomenudeo.
No extraña que el fiscal, Víctor Antonio Carrancá, utilice todos estos recursos cuando su credibilidad no puede sostenerlo en su cargo y cuando la mayoría de los poblanos dudan de su trabajo.
Cuando el país y estado se preparan para el relevo de sus gobernantes.
Nos vemos cuando nos veamos.