La balacera ocurrida dentro y fuera de la vecindad 110 de la 12 Poniente y la 3 Norte, no tomó por sorpresa ni a los encargados de la seguridad pública del municipio, no siquiera a los comerciantes ambulantes que colocan sus negocios en esas calles.
La vecindad, como son otras casonas del primer cuadro del Centro Histórico, es desde hace tiempo un foco de inseguridad para los poblanos.
Primero, porque es en esta vecindad donde se ejerce la prostitución, lo que da entrada a que a la misma ingresen sujetos desconocidos, ya sea para contratar algún sexoservicio o para adquirir algún tipo de droga o, incluso, un arma de fuego y que pasen desapercibidos.
Antonio “El Muletas”, es uno de los personajes del lado oscuro de la ciudad, a quien se le puede adjudicar no sólo la balacera ocurrida al mediodía del lunes, sino a la misma inseguridad no sólo de la 12 Poniente, sino de varias calles del Centro Histórico, donde se registran atracos, robos a comercio e, incluso, robo de autopartes.
Este personaje, además de Lucio Palma Santos (a) “El Luky”, muerto durante el enfrentamiento a balazos, son quienes en el segundo piso de la vecindad 110, orquestaban y orquestan la venta de diversos tipos de drogas, tipo narcomenudeo.
Los viciosos que acuden a este lugar son los mismos que perpetran atracos, robos, para poder obtener dinero para comprar sus drogas, sin que les importe si sus víctimas resultan lesionadas o, incluso, pierden la vida.
Era y es del conocimiento, por lo menos para la Policía Municipal, que en esa vecindad se comercia con drogas, sólo que estos pasan por lo suyo, para que se hagan de la vista gorda.
Los vecinos de esta casona, los que tienen comercios junto, saben todo lo que aquí le comento, pero no dicen nada porque tienen miedo.
¿A quién recurrir si los mismos uniformados están en la nómina de estos personajes?
La vecindad 110, de la 12 Poniente no es la única que opera con venta de drogas, de armas de fuego, cartuchos, prostitución y quién sabe qué otra cosa más.
Nos vemos cuando nos veamos.