El lector debe recordar que en días pasados un interno del Centro de Mediana Seguridad de Ciudad Serdán se ahorcó cuando se encontraba solo en su dormitorio, sin dejar algún recado póstumo.
Lo que la dirección de ese centro penitenciario no dijo es que el suicidio estuvo lleno de irregularidades que demostrarían, o que se trató de una ejecución o que el interno fue obligado a quitarse la vida.
Primero le comento que a la hora que fueron los hechos el interno no debería de estar en su dormitorio, de hecho, ningún interno debería de estarlo porque era la hora de comer.
En el reporte de lo ocurrido el día del suicidio se les pasó decir que los custodios a cargo de revisar el dormitorio del Módulo E, no se dieron cuenta, no les importó o alguien les pidió que lo dejaran solo.
Además, antes de que este hombre se suicidara lo cambiaron del Módulo B1 al Módulo E, sin que hubiera una aparente justificación, dejándolo a merced de internos quienes aparentemente no lo conocían.
Lego apareció muerto.
Al respecto, alguien que conoce del caso envió un correo a esta columna donde pidió que las autoridades correspondientes pusieran especial atención al comandante Orlando Velázquez, quien antes estuvo en el Cereso de San Miguel, con el cargo de subdirector.
Este personaje estaría buscando el cargo de director y no le importa cómo le haga, con tal de que el titular de Centros de Reinserción, Ignacio Antonio Molina, le cumpla la promesa de darle esa dirección.
Y para agilizar esta orden, antes de que termine la administración de gobierno, Orlando Velázquez y allegados al Cereso de Serdán estarían causando fallas y construyendo trabajos para hacer quedar mal a su jefe inmediato.
Quien envía la queja sostiene que en el penal de Serdán están ocurriendo muchas irregularidades, como el caso del suicidio, por lo que ha solicitado se realice una investigación a fondo.
Nos vemos cuando nos veamos.