En menos de 48 horas cinco mujeres han sido asesinadas en lo que comprende la zona metropolitana de la ciudad de Puebla, además de que ya ocurrió una ejecución adjudicada al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Los casos de las mujeres asesinadas son preocupantes para los poblanos y no para la Fiscalía General del Estado (FGE), que ni siquiera ha tenido la intención de informar de estos homicidios y, mucho menos, si hay avances en las investigaciones.

Y toda esta serie de crímenes inicia desde San Martín Texmelucan, donde una mujer fue asesinada a golpes y violentada sexualmente, cuando había salido de su casa para hacer ejercicio. 

Resalta después el caso de una joven de 17 años de edad, que estaba vestida como enfermera y quien también fue víctima de violación y después degollada, para que su cuerpo fuera abandonado en la colonia San Sebastián de Aparicio.

Luego en Atlixco una mujer de unos 30 años de edad fue asesinada de tres balazos en la cabeza y sus agresores, tripulantes de una camioneta de color rojo, se dieron a la fuga sin ser detenidos.

Y la cuarta, una mujer de aproximados 30 años de edad, que presentaba quemaduras en casi todo su cuerpo y que fue abandonada en la zona de Amozoc de Mota. 

De ninguno de estos cuatro feminicidios la FGE tiene pista alguna, y como ocurre en estos casos han decidido ocultar toda la información. 

Así como su incapacidad para poder resolverlos. 

 

Aparece el CJNG 

La mañana del jueves apareció en la autopista México-Puebla, el cuerpo sin vida de un hombre amordazado, con disparos de arma de fuego en la cabeza y a quien le dejaron clavado con una madera un mensaje en el pecho del supuesto CJNG. 

El cuerpo aparece horas antes, el viernes, cuando presuntamente miembros de este grupo delictivo hicieron acto de presencia. 

¿Se habrá tratado de un aviso?

Nos vemos cuando nos veamos.