No tiene ni 15 días, un comando armado secuestró al empresario Rodrigo A.G., propietario de más de 40 refaccionarias de Tehuacán y de Oaxaca.
Los secuestradores pidieron una importante suma de dinero, que fue pagada, para dejarlo en libertad.
Por lo menos una maquiladora de la ciudad de Tehuacán es asaltada por semana.
Los montos de los robos a mano armada son superiores a los 200 mil pesos.
Las cooperativas de las escuelas de Tehuacán han sido blancos de robos violentos.
Tehuacán es una de las zonas que utiliza el crimen organizado para tirar cuerpos de ejecutados.
En la administración de Rafael Moreno Valle como gobernador de Puebla, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, detuvo a un sujeto apodado “El Alvin”, quien controlaba todo el narcomenudeo en la zona de Tehuacán.
Pero le dieron permiso a otras 4 organizaciones delictivas para la venta y distribución de drogas, y éstas son las que se disputan la plaza y han y están dejando como consecuencia un baño de sangre.
En Tehuacán se dice que Álvaro Alatriste Hidalgo, esposo de Ernestina Fernández Méndez, la aún presidenta municipal, junto con el ex militar Marco Antonio Fernando Alfaro, director de Seguridad Pública de Tehuacán, vendieron la plaza al crimen organizado.
Que muchos de los policías a cargo de la seguridad de los tehuacanenses, son en realidad miembros de la delincuencia organizada, infiltrados para proteger sus intereses.
Porque no puede pasar un solo día en que no se registre una balacera o un ejecutado o asesinado en intento de robo.
Porque muchos negocios, sobre todo los restaurantes y bares, están pagando piso a delincuentes que vienen de otro estado.
Porque los tehuacanenses ya están hasta la madre.
Por eso Tehuacán está en estos momentos intervenida por el gobierno de Puebla.
Nos vemos cuando nos veamos.