Vecinos de la colonia Joaquín Colombres, con respecto al centro nocturno Pinochos, que se ubica en la calle Porfirio Díaz 36, enviaron una queja a esta columna sobre las operaciones al margen de la ley que ocurren en este negocio de giros negros, ya que en el interior se vende y se permite el consumo de diversos tipos de drogas. 

Primero aclararon que antes del incendio ocurrido al interior del bar, se registró una riña que inició dentro del negocio y que terminó en la vía pública, con disparos de armas de fuego, persecución de vehículos y gritos de amenazas de muerte.

El escándalo se dio pasadas las tres horas y terminó hasta cerca de las 6 del martes, cuando un grupo de desconocidos llegó arrojando bombas caseras, hecha a base de gasolina.

Les llamó la atención de que la Policía Municipal, cuyo primer sector se ubica a 5 minutos, no haya acudido a detener a quienes estaban escandalizado. 

Los mismos vecinos dicen que si hubo heridos por armas blancas o de fuego, ellos mismos se los llevaron, como ha ocurrido en otras ocasiones, quedando en el piso las huellas de sangre.

No tiene ni un mes que a las afuera de ese negocio ocurrió un enfrentamiento con armas de fuego.

Los vecinos al escuchar las detonaciones tuvieron que apagar las luces del interior y afuera de sus casas, y esperar a que el problema terminara para poder salir de sus casas y realizar sus actividades, como ir a su trabajo, a la escuela. 

El negocio cierra pasadas las 7 horas y quienes salen de ese lugar, que parecen ser de alta peligrosidad, molestan a las mujeres y a las jovencitas, ante el riesgo de que se las puedan llevar, pues muchos llegan en camionetas y vehículos que carecen de placas.

En el mensaje solicitan que el negocio sea desubicado antes de que ocurra una desgracia.

Nos vemos cuando nos veamos.