Usted no está para saberlo, ni un servidor para comentárselo, pero la secretaria de Seguridad Pública y Tránsito del Municipio (SSPTM), María de Lourdes Rosales Martínez, estaría protegiendo al comandante del Sexto Sector de la Policía Municipal, de Preventiva (PMP), de apellido Escamilla, quien en la Fiscalía General del Estado (FGE) y en la Fiscalía de Combate a la Corrupción, ha acumulado denuncias por abusos de autoridad, que van desde el acoso, la tortura y la extorsión, además de la fabricación de delitos.

En fechas recientes este comandante y su grupo de confianza, golpearon y hasta descalabraron, además de privarlo de la libertad, a un hombre al que le robaron mil 400 pesos y se molestaron y lo atacaron porque les dijo que eran unos rateros.

El comandante Escamilla, presumiendo que realiza “investigaciones especiales” se ha metido con todo y patrullas a propiedades privadas, donde ha acosado a familias completas, además de que las amenaza con regresar y hacerles daño por si llegan denunciarlo. 

La misma presidenta municipal Claudia Rivera, tiene ya informes de los negros antecedentes de este comandante y sabe que para que Escamilla no fuera dado de baja pagaba a sus jefes inmediatos fuertes sumas de dinero.

El dinero mal habido lo ha cobrado a verdaderos grupos de narcomenudistas, de asaltantes a pasajeros de vehículos que prestan el servicio colectivo, así como a atracadores de Oxxo, de comercios y de casas habitación.

Muchas son las pruebas que existen contra este comandante que ahora amenaza no sólo con quedarse en el Sector 6 de la PMP, sino de incrementar sus acciones violentas para quienes lo han denunciado.

Por cierto que éstas y otras denuncias por abusos de Escamilla, se encuentran en la Dirección de Asuntos Internos de la misma Secretaría.

¿Hasta cuándo?

Nos vemos cuando nos veamos.