En breve muchos cambios ocurrirán en la Fiscalía General del Estado (FGE), desde la dirección de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), junto con sus manos principales, así como en las direcciones áreas y grupos especiales de la FGE, se prevén cambios de sus titulares.
Los cambios obedecen a la llegada de la Cuarta Transformación en Puebla.
El cambio es necesario.
Sobre todo si se analiza el pobre desempeño de la Fiscalía durante los ocho años de administración de Víctor Carrancá Bourget.
Existen mandos, como en Tehuacán, dónde la permanencia fue más por compromisos económicos que por el interés de acabar con la delincuencia.
En Acatlán de Osorio lo mismo que en Tehuitzingo, los comandantes deberán responder por la protección a grupos de la delincuencia organizada, cómo lo ocurrido en días pasados dónde escoltaron un grupo de criminales que saquearon una casa y otro delito no menos criminal que fue ejecutado en un ajuste de cuentas.
En Xicotepec de Juárez se debe declarar por qué el pobre desempeño de la Policía Ministerial, ante el aumento delitos graves tanto del fuero común, como el federal.
De hecho en la mayoría de los municipios, los comandantes a cargo deberán entregar un informe de resultados qué tienen que ver con el cumplimiento de investigaciones, órdenes de aprehensión, y por ende el esclarecimiento de delitos cómo los asaltos en carretera, robos a casas habitación y comercios, los homicidios y otros delitos de alto impacto.
Los siguientes van a ser días claves para que se den a conocer renuncias y deserciones demandas que deben estar comprometidos con grupos criminales y serán puestos al descubierto.
También existen mandos grupos que tuvieron un buen desempeño y que fue opacado por otros mandos que por intereses económicos mantuvieron el control.
Si se hiciera una investigación a fondo entonces muchos comandantes, mandos, directores tendrían que explicar por qué con un salario mediano se hicieron dueños de lujosos departamentos, vehículos, socios, joyas.
Los cambios están en la puerta de la esquina.
Nos vemos cuando nos veamos