No tiene mucho, la gran mayoría de los presidentes municipales de Puebla recibieron la notificación del Gobierno de Miguel Barbosa, donde les pedían que identificaran a las bandas que operaban en sus municipios, desde los nombres de sus líderes hasta cuánto personal tenían.
Los informes fueron bastos y generosos, uno a uno de los líderes fueron nombrados, así como el número de personal con el cual contaban, además de su peligrosidad y de qué Estado provenían.
Y resultó que existen municipios que son controlados por una misma organización delictiva y que serían tres o cuatro los grupos criminales más fuertes.
Y resultó que muchos de estos presidentes pagan piso a los malandros para que no hagan desmanes en sus municipios, para que los dejen tranquilos pues.
Y existen municipios donde se respira una aparente calma, pero en realidad esa calma está pagada, con dinero del erario por supuesto.
Y usted se habrá dado cuenta que en municipios hay una aparente calma, pero hay más robos de vehículos, asaltos a transportes, secuestros, ni un solo detenido, pero eso sí, con pocas ejecuciones.
Y no me pregunté si Tecamachalco está en la lista de municipios que pagan algo así como 100 mil pesos, porque no lo sé.
Nos vemos cuando nos veamos