El pasado fin de semana diversas corporaciones policíacas que se encuentran en la zona conocida como "El Triángulo Rojo", comenzaron a sostener comunicación con la intención de reunirse y de inmediato rescatar a ocho elementos de la Guardia Nacional, que se encontraban detenidos por un grupo armado en algún punto del municipio de Tecamachalco.

A la solicitud de auxilio se sumó también la Policía del Estado, además de fuerzas de seguridad federales, porque se decía que existía el peligro de que los elementos de la Guardia Nacional fueran agredidos por los delincuentes armados, de los que se presume formaban parte del grupo delictivo de Jalit Cano Parra, conocido también como "El Mamer".

La intención de rescatar a costa de lo que fuera a los federales se fue disipando, cuando también se conoció que los supuestos guardias nacionales se encontraban, no privados de la libertad, pero sí conviviendo con hombres armados que son parte del crimen organizado, incluso estaban comiendo e ingiriendo bebidas embriagantes y posiblemente drogas.

Fue entonces que salió a relucir que los policías federales, forman parte de la disidencia de quiénes se negaron a ingresar a la Guardia Nacional y que en estos momentos no están bajo las órdenes de nadie más que de las de ellos mismos.

Lo malo y peligroso es que aunque se negaron ingresar a la nueva corporación federal se quedaron con las armas de cargo y vehículos de la Policía Federal, y con estos mismos realizan "operativos", en la zona donde se encuentra "El Triángulo Rojo", que abarca municipios donde se cometían el robo de hidrocarburos, de gas butano, asaltos a transporte, secuestros, extorsiones y otros delitos de alto impacto.

Y resulta que las indicaciones que a partir de ese momento recibieron los municipios mencionados son de no enfrentar a este grupo de federales disidentes, y esperar a que llegue personal de la misma agenda la misma Guardia Nacional para ponerlos en orden y desarmarlos.

Mientras tanto este grupo de exfederales está conformando otro riesgo más para quienes habitan en la zona. Los de la delincuencia ha sentado sus reales.

Y todo con epicentro desde Tecamachalco.

Nos vemos cuando nos veamos.