El alzheimer que sufrió el gobierno de Puebla durante 8 años afectó la credibilidad de la gran mayoría de los habitantes, sobre todo de quienes viven en la zona del municipio de Huejotzingo y sus alrededores.

Durante la administración municipal de Carlos Morales, actualmente diputado presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso del Estado, la delincuencia aumentó en forma alarmante en el municipio de Huejotzingo, fue cuando se crearon grupos criminales como el de la banda de Los Chilangos, provenientes del Estado de México y quienes venían huyendo de una persecución por dedicarse al robo de hidrocarburos.

En Huejotzingo no se ocultaron, todo lo contrario, se hicieron cargo no sólo de este delito federal, sino también del asalto a transporte, extorsiones y otra serie de felonías que perpetraban bajo el cobijo de las autoridades no sólo del municipio sino del estado y federales.

Tan sólo en el año 2015, de acuerdo a investigaciones realizadas por la Fiscalía General del Estado y la General de la República, se registraron los mayores números de personas desaparecidas, a la par de que en el municipio la organización criminal de Los Chilangos instauró su propio panteón clandestino.

En pozos cercanos a casas en obras negras, del año 2015 a la fecha fueron apilados cadáveres, la mayoría de enemigos de la organización, otras víctimas de secuestros, y otros más como resultado de compromisos que la organización adquiría por cobros de dinero.

La desaparición y posterior ejecución de Fernando Tinoco Cervantes, delegado en Huejotzingo de la Secretaría de Gobierno, además de cuñado el presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso del Estado, Carlos Morales, significó la caída total del grupo criminal el descubrimiento de múltiples asesinatos de cuyas víctimas hasta el momento se desconoce muchas de las identidades.

El cuerpo sin vida de Tinoco Cervantes fue hallado en una de las fosas clandestinas, casi al mismo tiempo que otros 8 cuerpos, la gran mayoría en estado de descomposición.

El motivo de la ejecución pudo haber sido, porque el presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso local pudo haber incumplido alguna promesa hecha a los mafiosos, un segundo móvil pudo haber sido porque el delegado sabía de todas las actividades de la banda y pensaba denunciarlos.

En la actualidad siguen apareciendo cuerpos humanos, en esas mismas fosas, todos ellos en avanzado estado de descomposición y parece ser que mientras más buscan más van a encontrar.

Y mientras más cuerpos aparecen más se descubre toda la podredumbre de corrupción que generado tantas muertes. La historia continúa.

Nos vemos cuando nos veamos.