Dos homicidios en las colonias Villa Albertina y Barranca Honda, además de diversos asaltos a centros comerciales entre ellos un café de Plaza San Pedro, ocurridos durante las celebraciones del día 15 y 16 de septiembre en la ciudad de Puebla.
Lo anterior hace suponer que los dispositivos de seguridad que se instalaron en toda la ciudad no fueron suficientes para poder contener la ola de violencia y de crímenes que ocurren en la Angelópolis, además de los robos de autopartes que ocurre de manera principal en las unidades habitacionales de esta ciudad.
Trasciende en toda esta serie de historias de robos y de violencia el asalto que sufrió el conductor de un vehículo Uber, aquí no conforme con haberlo despojado de su automóvil lo tuvieron privado de la libertad durante más de 4 horas, tiempo en que dos hombres y una mujer se dieron a la tarea de martirizarlo colocándole un arma de fuego en la cabeza para anunciarle que lo iban a matar.
El conductor tras haberle robado su vehículo y privado de la libertad y amenazarlo con que lo iban a matar, todavía lo despojaron de toda su ropa y lo fueron a tirar a una barranca como señal de advertencia de lo que podría pasar si llegaba a presentar la denuncia por el asalto del que fue víctima.
Este afectado a través de las redes sociales no solamente narró el calvario que vivió en manos de delincuentes, sino que totalmente asombrado de la frialdad con la que actualmente actúan quienes se dedican a los robos con violencia.
Transcribo parte de lo ocurrido al conductor.
"Hola amigos compartan x favor me robaron mi carro visión placas uba4353 y quiero compartirles que tuve la experiencia más horrible de mi vida me retuvieron en una casa de seguridad 4 horas a punta de pistola y golpes y no saben el temor, angustia e impotencia que se siente y solo les digo que aunque se oiga trillado siempre despídanse de sus seres amados díganles cuanto los aman ya que no saben si los volverán a ver, la vida cambia en un instante y pues acá seguimos lo material se recupera la vida no".
(Hasta aquí la narración).
Todos estos asaltos y crímenes se dan en medio de una corporación que carece de líder y de un jefe responsable, hablando lógicamente de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del Municipio.
Y es que mientras la mayoría de los grupos de inteligencia y de reacción de esta Corporación se dedican a operar para el crimen organizado en la zona oriente de Puebla, y entablan encarnizadas persecuciones contra otro grupo de organizaciones que hacen competencia a quiénes protegen, la ciudad está a merced de delincuentes igual de violentos que los que asaltaron al conductor de Uber.
La presidenta municipal debería, como legítima defensa para los poblanos, echar un vistazo es lo que ocurre en la Corporación de Policía Municipal el lugar de estar sosteniendo de puro berrinche a un encargado de seguridad que no tiene ni la más mínima experiencia de lo que está haciendo.
Debe de recordar que los poblanos no la van a olvidar ni van a olvidar lo que les hace en materia de seguridad pública.
Nos vemos cuando nos veamos