Norma Edith González Rodríguez, la titular de la Dirección de Juzgados Calificadores del Ayuntamiento de Puebla, en estos momentos se encuentra en el ojo del huracán, tras haber sido acusada por abusar de sus empleados.
La presidenta municipal Claudia Rivera Blanco, ya debe tener en su escritorio, la queja de varios jueces calificadores, que la señalan por obligarlos a convertirse en sus acompañantes en fiestas y francachelas y a quienes se niegan les hace su vida laboral difícil.
De la queja una copia llegó a esta columna y se la presentó.
"Por este medio quiero hacerle saber algunos de los actos de prepotencia que el personal que laboramos en los Juzgados Calificadores dependiente de la Sindicatura Municipal estamos padeciendo actualmente por parte de la señora NORMA EDITH GONZALEZ RODRIGUEZ, de quien le puedo comentar que es una persona sumamente prepotente, falta de humanidad y ética profesional y quien por principio de cuentas debe usted saber que continuamente al personal masculino que labora en los juzgados nos utiliza como su harem personal, ya que cuando a la señora se le ocurre irse de fiesta, selecciona a algún compañero sin importar que este de turno y lo saca de sus oficinas a la hora que quiera para poder satisfacer sus deseos, y una vez hecho esto, si no queda a gusto con el desempeño del personal, entonces viene la inevitable ola de acoso laboral hasta que finalmente es dado de baja por órdenes de esta pseudo servidora pública".
"A todo el personal nos trata como estúpidos, pendejos e incompetentes y se jacta de que es la única persona capaz en todo el ayuntamiento, cuando no tiene ni idea de lo básico que debe manejarse dentro de esa Dirección tan importante, mismas que debe saberse que los fines de semana y por las noches, no importa que haya turnos continuos por así requerirlo el propio rol de juzgados calificadores, dicha Dirección esta acéfala pues nadie debe molestarla porque ella si tiene derecho a descansar y cuando surge algún problema que requiera de su autorización, no es posible resolverse pues aún los propios supervisores están impedidos para resolver la problemática propia de las funciones de estas oficinas. Si por alguna circunstancia alguien contradice o cuestiona sus erróneos mandamientos, entonces el castigo menos severo será que al concluir su turno de 24 horas, será asignado de manera inmediata al rol de alcoholímetro o lo mandara a dicho operativo la noche anterior a que se inicie el turno, es decir, no dormirá en dos noches todo por un capricho de esta señora".
"Las horas contempladas por otras administraciones para tomar alimentos, fueron canceladas por órdenes de esta flamante "funcionaria publica" bajo su brillante deducción lógico jurídica de que los turnos son de 24 horas y no se puede consumir alimentos durante el trabajo, bajo la advertencia de despido por desobedecer sus órdenes; claro está que ella no está sujeta a estas prácticas inhumanas y esclavistas, que sin duda ha aprendido durante sus ausencias al trabajo bajo el pretexto de que está estudiando y de paso debo decirle que es la única que puede asistir a estudiar un doctorado, pues no obstante que tengas problemas personales, compromisos inevitables, enfermedad, o cualquier otra, nadie puede solicitar un permiso para ausentarse (excepto el novio en turno)".
"Ahora resulta que después de haberse tomado QUINCE DÍAS DE VACACIONES la señora por un capricho suyo acaba de cancelar las vacaciones de todo el demás personal que merecidamente nos hemos ganado ese DERECHO, pues nosotros si trabajamos, sin importar que esto represente una clara VIOLACIÓN A LOS DERECHOS LABORALES, pero como ella es DOCTORA EN DERECHO manifiesta que sabe lo que hace y que nadie le hace nada porque todos somos una bola de pendejos y ni pensar en solicitar audiencia con ella para solicitar que se respete dicho derecho, pues lo tendrá esperando de ocho a diez horas sin atenderlo, para finalmente mandarle a decir que no lo va a recibir y bajo el riesgo de ser dado de baja del trabajo".
"Quienes estamos inconformes con este trato inhumano, déspota, deleznable y humillante, nos preguntamos: ¿si esta es la cuarta transformación prometida, ¿estos son los funcionarios de calidad que harán esa transformación? es clara la prepotencia e incompetencia por parte de esta seudo servidora pública, que, dicho sea de paso, no tiene nada de servidora, pero si mucho de publica. Confiando como siempre en su lealtad e imparcialidad, le pedimos nos ayude pues estamos cansados de tantas humillaciones por parte de esta persona solicitado omita señalar mi nombre por miedo a represalias. Gracias".
(Hasta aquel la queja).
En breve se daría a conocer la postura de la alcaldesa, ante la queja contra una de sus subordinadas.
Nos vemos cuando nos veamos.