Dos adultos mayores, cercanos a los 80 años murieron en las últimas horas en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Miguel, uno por muerte natural y el segundo por Covid-19.
Ambos internos estaban en el dormitorio para hombres de la tercera edad, donde permanecen al menos 250 internos cuyas edades son de 60 a 80 años de edad, muchos de ellos, por no decir la mayoría, a disposición del Ejecutivo del Estado, por estar compurgando sentencias por diversos delitos.
En el caso de los dos hombres adultos fallecidos, estos alcanzaron a llegar a un hospital donde finalmente quedaron.
Para el trasladó de los dos adultos la Dirección del Cereso respetó los respectivos protocolos, pero por la edad de ambos ya fue muy difícil para los médicos que los atendieron, sobre todo en el caso de Coronavirus.
Sobre este caso surgen dudas que sería necesario fueran aclaradas.
La primera sería ¿Cuándo se va a concretar la libertad de internos con riesgo a contagiarse con este virus, sobre todo los adultos mayores?
En el área de adultos mayores, donde se dio el contagio del interno que falleció, ¿ya la Secretaría de Salud hizo algo al respecto?
¿Piensan dejarlos confinados en el mismo dormitorio, para que la misma naturaleza decida su suerte?
En el Cereso de San Miguel y en la mayoría de los penales de Puebla, existen internos de entre 60 y 80 años de edad que ya han cumplido la mayoría de sus condenas y quienes, por lo que parece; solo van a salir con los pies por delante.
Reinserción quiere decir: "Acción de reinsertar o reinsertarse. Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad están orientadas hacia la reeducación y reinserción social".
Si esta actividad no existe en penales de Puebla entonces se le debería de cambiar el nombre, tal vez por mazmorras, que quiere decir: "Lugar o celda subterránea y oscura en una fortificación donde se encerraba a los presos".
Y como dicen los enterados.
Son sólo preguntas.
Nos vemos cuando nos veamos.