Oscar G. El Loco Téllez no solo debe de ser interrogado por su participación en delitos de alto impacto como el robo de combustible, narcotráfico y otros, debe también ser interrogado para que diga a quiénes pagó por protección, no solamente a servidores públicos del municipio o del estado de Puebla, sino también a los federales.
Para nadie sería extraño que El Loco Téllez haya alcanzado acuerdos con un gobernador, o un secretario de Seguridad Pública, para poder operar a sus anchas en territorio poblano y fuera de este, mucho menos con un delegado de la federación e incluso un alto mando militar.
Fue en el año del 2017 cuando este personaje se apoderó de la plaza de San Martín Texmelucan para el robo de hidrocarburos, ejecutando a integrantes y líderes de bandas rivales, para luego extender su poder hasta la Sierra Norte del Estado, donde tras baños de sangre se hizo también dueño de esa plaza.
De 2017 hasta el 28 de junio del 2020 que fue detenido, tenía en nómina desde policías municipales, del estado, ministeriales, federales e incluso militares y a muchos jefes de estos para que no solamente le permitieran perpetrar delitos de toda índole, sino hasta para pasearse por todo el territorio poblano con escoltas portando armas de grueso calibre y en vehículos blindados.
Si Oscar G. El Loco Téllez se propusiera a dar santo y seña de quién, y quiénes aceptaron sobornos para no molestarlo, saldrían a relucir nombres de actuales y anteriores jefes policíacos, además de funcionarios, lo que sería un escándalo no solo en Puebla, sino en estados vecinos como Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz...
Nada más hay que recordar que este capo fue detenido en Tlaxcala, no en Puebla y que el túnel de la colonia La Purísima, donde fueron halladas tomas clandestinas para el robo de Gas LP, fue descubierto por personal del Ejército Mexicano.
Si llega a confesar a quiénes les pagó por protección.
Nos vemos cuando nos veamos.