Al parecer, la orfandad política le permitió a varios panistas abrir sus mentes y reconocer que los pasivos, sean PPS, APPs o cualquier otra variable; sí son deuda pública.

Tuvieron que pasar nueve años para que el Partido Acción Nacional reconociera que los Proyectos de Participación Social, con los cuales se construyeron el CIS, el Museo Barroco y las Plataformas AUDI, son una deuda que los poblanos vamos a seguir pagando durante las siguientes décadas.

Ayer la diputada Mónica Rodríguez Della Vecchia, puso nuevamente el tema sobre la mesa cuando se discutía la Ley de Presupuesto que entrará en vigor el 1 de enero de 2021. Ahí aseguró que se busca tener una deuda pública disfrazada, y lo grave para su partido, es que no se le ocurrió un mejor ejemplo, que hablar de los PPS.

El reconocimiento resulta asombroso porque algunos funcionarios del morenovallismo, impulsores de esos proyectos, como su esposo, Pablo Rodríguez Regordosa, se empeñaron hasta el cansancio en justificar esos pasivos y en negar a toda costa que se trataba de deuda pública, para que su patrón, Rafael, pudiera seguir su camino a la presidencia de la República con el slogan de “sin pedir un peso prestado”.

En su intervención, Rodríguez Della Vecchia textualmente señaló: “Ahora el destino los ha alcanzado compañeras y compañero de Juntos Haremos Historia y los ha puesto en evidencia. Con ésta ley buscan introducir conceptos artificiales para esconder, la palabra deuda.

¿Pruebas?

Vean todos, el segundo párrafo del artículo 69 del dictamen.

Me voy a permitir leerlo: “Las obligaciones de pago que deriven de Contratos para la instrumentación de Proyectos para Prestación de Servicios que deban realizar las Dependencias y Entidades, serán consideradas Gasto Corriente…

Hasta ahí me detengo.

¿Las obligaciones de pago serán consideradas gasto corriente?, ¿De cuándo acá una obligación es gasto corriente?

No señores, no pretendan ocultar lo evidente. Contraer una obligación de pago es un pasivo, es deuda. No pretendan engañar a la genta y engañarnos a nosotros.

Tanto acusaron, tanto señalaron y ahora resulta que les gustaron mucho los Proyectos de Prestación de Servicios que tanto atacaron y ustedes sí buscan generar una nueva ley para decir que es gasto corriente y que la gente no se entere que es deuda”.

Hasta aquí la larga pero necesaria cita.

Tras su discurso, no queda más que darle las gracias a la diputada por el valor que tuvo y aceptar que efectivamente, que durante casi una década nos quisieron engañar, asegurando que los PPS que tanto defendieron los morenovallistas, no eran deuda pública.

Es claro que la diputada Mónica Rodríguez es la inteligente en la pareja, ella sabía exactamente que lo que estaba diciendo, contradecía lo que por años su marido, el extitular de Secotrade, Pablo Rodríguez Regordosa, negó pese al cúmulo de evidencias solo por darle gusto a su jefe Rafael. El acierto de la panista, aunque no cambia en nada la historia de los morenovallistas, sí demuestra el valor de ella.

¿Se desmorona la federación?

Las puntadas y arrebatos de López Obrador permearon hasta los niveles más altos de la política. Hoy en día los gobernadores de la República Mexicana son víctimas de la polarización que AMLO alimenta un día sí y otro también.

Tras el anuncio de una decena de gobernadores que amagan con abandonar la federación, otro bloque de mandatarios, entre ellos Miguel Barbosa, reiteraron el llamado a la unidad con un posicionamiento que destaca: "Debe prevalecer la voluntad del pueblo".

En el fondo de las diferencias ideológicas entre los envalentonados y los representantes de la 4T, se encuentra el proceso electoral 2020-2021 que arrancará en días, elecciones que como ya vimos, serán tan cruentas como cualquier guerra.

¿Podrán todos los gobernadores lograr que impere la prudencia o serán divididos por la polarización de Andrés Manuel?

Veremos y diremos.