Quiubo, banda intolerante. Una semana más en las que este héroe de barrio les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense porque me les vengo.

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No es por presumirles, pero la neta es que mis compañeros reporteriles la siguen haciendo chillar en la columna El Palacio de las Intrigas. Lo que hace unas semanas adelantaron, ayer se confirmó por nada más y nada menos que la Auditoría Superior del Estado (ASE).

El chisme ya se le convirtió en una terrible realidad a uno de los hombres que más se beneficiaron del morenovallismo. Pa’ quienes no sepan, les hablo de Jorge Benito Cruz Bermúdez, mejor conocido como Benito Bodoque por haber sido el minino preferido de la pandilla de Don Gato.

Pos’ resulta que la ASE de Paco Romero anunció que ya hay investigaciones en marcha por el desvío de recursos de la caja chica de Rafael Moreno Valle, en el Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE), durante los dos años (2016-2018) en los que Benito fue el mero director. Seguramente el auditor superior se echó un clavado a nuestra hemeroteca porque gastamos un chingo de papel informando de los desvíos del famoso CAPCEE.

Lo que pocos poblanos saben es cómo carajo le hizo Don Benito para brincar de achichincle del morenovallismo a titular de la SEP, luego a la Secretaría General de Gobierno, a director del CAPCEE, presidente del PRD en Puebla y ser hoy en día, Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Puebla.

Pos sencillo: no saberle decir no a Don Gato. Y eso no nomás fue andarse birlando la lana para los intereses del jefe sino hasta utilizar recursos materiales para apoyar electoralmente a todo el que oliera y supiera al exgóber.

Me cuentan mis amigos fifís de Lomas cómo en 2018, antes de que estirara la pata su patrón, que Benito Bodoque ya se sentía Presidente del Tribunal Superior de Justicia.

Después del anuncio de la Auditoría, si finalmente aprendió a contar, que no cuente con su espacio en el Tribunal y vaya considerando pintarse de colores y olvidarse de Puebla, porque a partir de hoy, Bodoque va a sudar la gota gorda.

Los halcones del transporte público

La buena: la Secretaría de Movilidad y Transporte de Memo Aréchiga se puso finalmente a chambear con el Covidio-19 poniéndose perros con la vigilancia pa’ evitar chingos de gente e infecciones en los camiones.

La mala: los halcones andan a la orden del día dando pitazos a los chafiretes de dónde hay un operativo o unidad de la SMT pa’ evadir la sanción.

A los oídos de su héroe de barrio llegó información de que una de las rutas con más halcones contratados es en la vía Atlixcáyotl donde los pitazos son casi en tiempo real para que las rutas Nueva Generación, Azteca y 14, vengan con poquita gente. Pero, nomás pasan los filtros y ahora sí van todos pa’ arriba.

Todo esto no pasaría si Don Memo hubiese cumplido su palabra de que los camiones tendrían videocámaras funcionales, pero pos ya sabemos que las famosas camaritas nomás están pa’ dar el gatazo.