En 2017 un reportaje en Proceso, algunas denuncias ante la PGR y un par de documentos, pusieron luz sobre el mayor desfalco a la Fundación Mary Street Jenkins.
El atraco, porque eso resultó, no pudo ser posible sin la mano y el apoyo de Rafael Moreno Valle, amigo de Roberto Jenkins, uno de los muchos familiares que se trataron de apoderar de 720 millones de dólares a través de la triangulación de dinero y el uso de paraísos fiscales en Barbados y Panamá.
Desde ese año, en Intolerancia Diario dimos cuenta del millonario desfalco que incluye 23 propiedades, la mayoría de ellas ubicadas en la capital poblana.
Ahora, casi cuatro años después, le confirmó que una decena de ordenes de aprehensión fueron libradas por un Juez de Control Federal de Almoloya de Juárez, Estado de México, en contra de Elodia Sofía de Landa Irizar de Jenkins y sus hijos, María Elodia, Margarita y Juan Carlos, éstos últimos de apellidos Jenkins de Landa.
También se busca detener a Juan Guillermo Eustace Jenkins y otros cómplices, por haber ejecutado y participado en el lavado de los bienes obtenidos por el desfalco de la Fundación Mary Street Jenkins, en perjuicio de los poblanos.
Como se recordará el señor William Oscar Jenkins constituyó en la ciudad de Puebla una fundación con el nombre de su fallecida esposa Mary Street Jenkins y se estableció que su capital serviría para realizar actos de beneficencia o caridad, principalmente para los poblanos, disponiendo su fundador, a su muerte, como única y universal heredera a dicha fundación, estableciendo claramente que no dejaba a sus hijos herencia alguna.
Sin embargo, sus descendientes, la familia Jenkins de Landa junto con otras personas, despojaron a la Fundación Mary Street Jenkins de un patrimonio que asciende a más de 14 mil millones de pesos.
El desfalco multimillonario se realizó mediante una donación simulada en favor de la Fundación Bienestar de Filantropía, institución que también es controlada por el grupo delictivo Jenkins de Landa, para posteriormente realizar diversas operaciones de lavado de dinero que ocurrieron en los estados de Puebla, Aguascalientes y se prolongaron a los paraísos fiscales de Barbados y Panamá.
Y ante el agandalle, la Fiscalía General de la República aseguró los bienes que se pretendieron quedar a la brava.
Ahora veamos si las investigaciones del SAT o de la propia FGR alcanza a quienes apoyaron desde Puebla a que este millonario desfalco se consumara, porque está claro que sin el apoyo de funcionarios de primer nivel, habría sido imposible.
Un año del maldito Covid
El corte de caja que ofrecen las cifras oficiales al cumplirse un año de que se reportara el primer caso de coronavirus en México son escalofriantes pero ahora estamos frente a un nuevo reto que de no ser atendido nos costará el mismo número de muertes e incluso más.
Es sabido que los viejos –que pudieron- fueron quienes más atendieron el llamado de #QuédateEnCasa, sin embargo la desorganización para vacunarles, como se apreció en San Andrés Cholula, la semana pasada les coloca en un enorme riesgo.
Y no lo digo yo, el propio Arzobispo pidió a los católicos que recen para que Dios “ilumine” las mentes de quienes desde la federación tendrían que definir con claridad la estrategia de vacunación.
Y no sólo él habló, el gobernador también llamó a la delegación del Bienestar, que en Puebla encabeza Rodrigo Abdalá, a que expliqué cómo operará el resto del programa para evitar que los contagios y las muertes se disparen en un par de semanas.
¿Se pondrán las pilas los servidores de la nación?
Veremos y diremos.