Quiubo, banda intolerante. Como ya se la saben, aquí les viene su héroe de barrio que les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense, porque me les vengo. Y conste que no les aviso dos veces.

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Mi manada del alma, pos resulta que al expreciso municipal de Atlixco, Memito Velázquez, ya se le esfumó lo que viene siendo el nego en la famosa Villa Iluminada.

Y es que mi chismoso de barrio, allá por las tierras atlixquenses, rajó chipotle de cómo se las gastaba Memito y su gente con la lana que dejaba la atracción navideña.

Sabiendo de toda la feria que se movía en la sonada villa, a la gente les cobraba de 25 mil hasta 50 mil morlacos para que instalaran sus puestos.

Lana que no habría sido reportada al cien a las arcas municipales, y ya encarrilados con la tentación entre las manos, se la habrían barajeado entre puros compadres.

Porque cada vendedor debía mocharse pa’ trabajar quitado de la pena o, si no, ni a puestecito llegaban.

Achis los pinches mariachis.

Y de eso, la nueva presi Ariadna Ayala ya tomó nota pa’ saber de todo el chanchullo, y hasta donde llegan los tentáculos del regadero de billete.

Es más, el cobro de piso en la Villa Navideña se tenía bien controladito pa’ que no afectara la reputación de Memito, quien por las de hule, ya las puso a remojar.

Pero ahí no acaba la cosa, mi banda, porque cada exfuncionario tenía el chance de irse a venadear a la villa y agandallarse lo que quisieran y sin pagar un quinto, así que hasta robados resultaban.

Después de tanta cochinada, ojalá los compas de la Villa Iluminada ahora sí vean la suya con los nuevos precios para instalarse y recuperen algo de lo que Memito les arrancó a lo varil.

Ojo, mis carnalitos, que en Atlixco no tarda en caer la voladora y está más que cantada.

Ahí se las dejo al costo.