Qué desmadre el que se vivió al interior del ayuntamiento de San Andrés Cholula, donde más de un chambeador se quedó de a seis cuando sus quincenas comenzaron a salir mochas.
Así como lo leen, mis valedores, chica sorpresota la que tuvieron los burócratas al enterarse de la cruda realidad, pos casi se fueron de espaldas como el mismísimo Condorito.
Mi chismoso del barrio cholulteca le contó a su héroe de barrio que el área administrativa habría metido las cuatro patas al no declarar ante el SAT el salario del personal.
Como era de esperarse les cayó la voladora y con todo y multa de por medio, por lo cual no les quedó de otra que aplicar la guillotina a los sacrosantos días de la luz.
Los burócratas se fueron enterando que las cosas andaban medio raras y se toparon con que la medida no era pareja y uno que otro ni por enterado estaba.
Así como si nada hubiera pasado y nomás con pasar sin ver, el chico descuento salió como un ojo de la cara.
Eso sí, quienes la debieron y temieron resulta que tendrán que pagar 19 mil morlacos hasta cubrir el chico error en el que salieron embarrados.
Cuentan los que saben que además de no cantarles el agua va buena parte de los afectados resultaron ser los de nuevo ingreso. Pero no descartan que también haya otros curtidos y más que ya anden tirándole a la jubilada, por lo cual, habrá que ir haciendo cuentas de a cómo habría sido la susodicha multa.
Ahí por lo mientras los preocupados trabajadores ya no saben a qué santito encomendarse, porque una cosa es cierto, mis carnalitos, ya contaban con ese varo y ahora tendrán que ver de dónde reponerlo.
No cabe duda que en momentos como éste bien dicen en el ring de la vida, “cuando te toca aunque te quites, y cuando no te toca aunque te pongas”.
¿O no?