Como bien decía mi tía Lucha, “el pez por su propia boca muere”, y así merito le podría pasar al PRI camotero por andar cacareando a los cuatro vientos que su caballada está para las grandes ligas.

Y es que antes de presumir que el tricolor la tiene pa’ ganar la presidencia, la gubernatura y hasta la kermés del kínder, el presencio tricolor estatal Néstor Camarillo debería medirle el agua a los camotes antes de irse de hocico, digo boca.

Resulta que el dandy de Quecholac se aventó el chiste de afirmar que el PRI ganará el carro completo en 2024.

Lo que nomás no midió es que ya dejó ver que la alianza con el PAN y el PRD está más frágil que un mazapán. Juntos presumen unidad y puro romance, pero de a solapas niega la cruz de su parroquia.

Y es que mi chismoso del barrio panista me dijo que frases como ésta nomás calientan los ánimos de Tití Díaz de Rivera, quien anda estrenando dirigencia. Y del PRD ni hablamos, que cada vez más anda echando al aire puro “ave María” pa’ ver si se le hace el milagrito de seguir viviendo del erario.

¿A poco creen que con semejante historia a la hora de los chingadazos van a jugarle a la unidad por encima de los intereses personales?

A ver quién es el valiente que se deja pisotear e imponer candidatos, ya no pa' las diputaciones locales, sino para la mismísima gubernatura.

Como ya nos tiene acostumbrados, al Dandy Camarillo se le olvidó que en la polaca, forma es fondo y sus palabras traen peso pos el trasfondo político está bien clarito en Puebla: la imposición de pura caballada flaca.

De ese tamaño anda la triste polaca camotera. O se ponen las pilas “a la de ya” o no esperen que el PRIANRD sirva pa' echar sombras en el 2024.

No queda duda que a Camarillo y sus compadres priístas ahora sí se les pasó de yema el pan.

Conste que ahí se las dejo al costo, valedores.