Vaya guamazo en la trompa el que terminó por llevarse la mentada chiquillada camotera al término de las votaderas del pasado domingo, luego de no convencer ni a su propia flota pa’ apoyarlos en las urnas.

Así como lo leen, mis valedores, y es que luego del tremendo desplome de la banda opositora, y la aplanadora morenista, ya comenzaron a salir los saldos negativos pa’ los propios y extraños, y a ojo de buen cubero muchos se quedarán sin hueso, digo, sin partido.

Entre ellos, habrá que ir sumando a las militancias del Sol Azteca, PSI, Nueva Alianza y Fuerza por México, que al cierre del conteo de votos, no rasguñaron ni el 3%.

Tanto así que es cuestión de tiempo pa’ que de un plumazo arranque la desbandada desde todos los flancos y colores pa’ asegurar, mínimo, la supervivencia.

Y es que la Netflix, como diría mi Tía Lucha, “este arroz ya se coció” y pa’ algunos casos se acaba una larga tradición en los partidos de izquierda, jalando desde abajo y, en otros, el oportunismo y el interés desmedido.

Si pa’ darse un quemón y como tantas veces la cantó su héroe del barrio, los que más perdían en la alianza opositora eran el PRD y el PSI, banda, que ni con todo el punch encima pintaban pa’ dar batalla solitos.

Pos dicho y hecho, mis culebras, pos ya es mero trámite pa’ que ambos negocitos familiares pierdan el registro, con el 1.95% y el 2.10% de los votos.

De ese tamaño el fracaso de sus dirigentes que, a la de a Wilbur, ni merece la pena nombrarlos, mis carnales, pos se irán derechito al barril de los olvidos.

Aunque eso sí, con el perderé también se acabará la izquierda que alguna vez representó la dignidad y la chamba de piso, en esta capirucha y en toda Puebla.

Aunque del lado del PSI, ya nos sabemos toda la telaraña que fue tejiendo desde sus orígenes.

Ya que andamos encarrilados, Nueva Alianza y FXM, aliados morenistas, no se quedan atrás, banda, pos con el 2.25% y el 1.99% también están condenados al mismísimo averno.

Pos pasaron sin pena ni gloria, buscando acomodo a lo varil echándose un tiro en todos los extremos de la historia.

Cómo no, si “en el pecado llevaron la penitencia”, mis culebras y al menos dejarán de estar exprimiendo la lana de todos nosotros, que ya es ganancia.

Ahora, mis príncipes, habrá que ir haciendo las quinielas, ¿dónde irán a parar los chapulines que a partir de hoy se están quedando huerfanitos y libres de toda conciencia, digo, de partido?

No hay que ser adivinos, banda, pos ya muchos cobraban pintándose de colores.

¿O no?

Ahí se las dejo al costo.