Aunque el ejercicio democrático de anoche fue mucho menos acartonado que otros nacionales o estatales, el actual formato del debate impide una verdadera confrontación de ideas entre quienes aspiran a gobernar o representarnos.
Durante la mesa del postdebate realizada por esta casa editorial y que puede consultarse en TvIn o las redes sociales de Intolerancia Diario expusimos que el formato es acordado por los participantes y sus equipos, es decir, que el árbitro electoral, así como las y los moderadores no tienen mucho margen de acción. Pese a ello, el encuentro nos ofreció interesantes momentos.
En el escenario, Lalo Rivera fue el ganador del debate. Armenta, al mantener la ventaja y haberla administrado puede llamarse ganador en lo electoral.
Alejandro esquivó algunos de los certeros golpes que le lanzó Lalo Rivera y no recibió ningún ataque que le haya herido de muerte.
Si hablamos de los contragolpes y de reflejos, los de Rivera Pérez también fueron los más acertados.
Sin embargo, al tener una diferencia de más de 10 puntos, Armenta no corre, hasta ahorita, riesgo en su elección y podrá continuar administrando su ventaja.
Entre Yazmín López Recek, Paty Corro, Felipe Flores Núñez, Gerardo Sánchez, Fernando Maldonado, Fernando Pérez Corona y un servidor, coincidimos en que no se puede hablar de un ganador contundente, que cada uno tuvo sus segundos de gloria.
Una segunda idea es la ágil participación, no siempre para bien, de Fernando Morales, quien llegó a ponerle el sazón a un acartonado debate con puntadas como la inclusión de Alejandro Armenta en su gabinete, en el improbable caso de que el emecista gané la elección del próximo 2 de junio.
El tema del acartonado formato, que impide el desarrollo adecuado de las propuestas de quienes aspiran a gobernar nuestro estado por los próximos 6 años, fue una más de las ideas planteadas en la mesa especial del postdebate.
Por ejemplo, al hablar de inseguridad y el manoseado “mando único” faltó explicar ¿Qué es? y ante la escueta respuesta de Lalo Rivera sobre que ya se aplicó y no funcionó, también sería muy interesante ahondar en los detalles.
¿Imagina usted que alguien, quien fuera, aprobara el “mando único” ahora mismo, cuando la seguridad está en manos de los militares, disfrazados de Guardia Nacional?
¿Es funcional que las órdenes, operativos y acciones se giren desde una sede única que se ubicará lejos de las montañas o sierras de nuestro país?
¿Quién y cómo concentrará y administrará todos los recursos económicos, humanos y tecnológicos para tratar de recuperar la seguridad del país?
Como se dijo, el tema exclusivo de la seguridad, la mayor preocupación de los poblanos hoy en día, daría para la realización de un debate entero.
Por eso es urgente, que al concluir este proceso electoral nuestras y nuestros diputados locales pongan manos a la obra y hagan obligatorios los debates con formatos menos rígidos.
¿Lo harán o mirarán a otro lado?
Veremos y diremos.