Suena extraño que se hable de una, más que bi-centenaria casa que está cumpliendo 50 años. Vale la pregunta ¿50 años de qué?
Fundada inicialmente como hacienda agrícola, los muros más viejos de la casa datan del siglo XVIII y luego convertida en hacienda productora de pulque, cuando la venta del blanco neutle enriquecía a sus productores, introductores y vendedores.
Después, durante el movimiento armado de la Revolución, la hacienda fue invadida, agredida por las huestes levantadas en armas al principio del siglo recién concluido.
Tenexac, palabra que significa: “Junto al cerro de cal”, se levanta incólume, cuidadosamente conservada a festejar que hace cincuenta años que los toros que pacen en sus potreros han cumplido y mucho en las plazas donde se han presentado.
Muchos son los alberos que han visto arrastrar con lentitud los restos de toros con la divisa verde, negro y rojo. Toros que salen de los toriles con sus nombres escritos en las pizarras con escritos en náhuatl, tradición, como muchas otras que la casa ganadera conserva y cuida con esmero como los tonos del pelaje de sus toros: Cárdenos todos ellos y de bellas y bien armadas cabezas y de un comportamiento en el ruedo de admirar.
Entre los múltiples e invaluables recuerdos que cuelgan de las paredes de la casa, en lo que fue la tienda de raya de la hacienda, vemos una vetusta mochila de cuero ricamente repujada, bolsa de correo, en la que se lee Atezquilla, el nombre de la casa de los progenitores de don Sabino Yano Sánchez y qué ya lidiaba desde los finales de los 80 en los 1800 en las plazas de la región, como lo atestiguan amarillentos carteles que se conservan en los archivos de Huamantla; quien al casar con doña Margarita Bretón Trumbull muda su hato ganadero a la actual casa y nace así la nueva ganadería que hoy está de cumple cincuenta de la administración en manos de los descendientes de don Sabino y doña Margarita.
Los festejos iniciaron este viernes con una tienta multitudinaria, dada la popularidad de los coletudos que a las labores de tienta acudieron: Jerónimo, José Luis Angelino que se hizo acompañar de su hermano Angelino de Arriaga, recién llegado de España y Jorge Sotelo quien llegó de Morelia e hizo suspirar a más de un par de las muchas bellas y guapetonas jóvenes asistentes. En el palco de ganaderos, Antonio y Vicente de Haro, Sergio Hernández Weber y muchos otros ilustres taurinos de Tlaxcala.
Por la noche del viernes en una tertulia efectuada en el hotel que alberga la vieja casona de piedra del centro de Tlaxcala, el actual ganadero Sabino Sánchez Bretón platicó de su experiencias y vivencias en estos cincuenta años ante muy buena entrada, y es que la peñas taurinas del estado se han unido a estos festejos, que culminan con una muy apretada agenda este sábado 25; por la mañana una visita guiada a la hacienda, luego la develación de una placa alusiva en la plaza La Taurina de Huamantla, sin faltar el concierto de Pasos Dobles, en el que se interpretará el que lleva el nombre de esa casa de ganado bravo crear, y por la tarde; corrida de toros con seis Cárdenos, herrados a fuego con el fierro de una “S” y una “Y” amaridados, partiendo plaza los tres espadas mencionados:
Jerónimo, José Luis Angelino y Jorge Sotelo.
Puyazos con la punta de la pluma