La puja por el manejo del Auditorio Siglo XXI continúa, y la empresa propiedad de Raymundo Alonso Sendino (llamada As Terra) ya buscó un acercamiento con el secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, a través —dicen— de Javier Lozano Alarcón, con quien el grupo de Televisión Azteca Oriente mantiene una relación —diría un panista— “sospechosista”. Ese acercamiento —trascendió— es para mantener el contrato de concesión del citado inmueble.
Lo que seguramente no sabe Fernando Manzanilla es la relación que también existió entre los marinistas a través de Mario Montero y Luis Ángel Casas Arellano con As Terra.
Un dato: sería bueno investigar de quién es el terreno que existe junto al Auditorio, cómo se hizo de él y a cambio de qué. ¿Quién condonó los 11.5 millones de pesos el sexenio pasado que debía As Terra y por qué?
Lo que tampoco sabe Manzanilla es que se ha incumplido el contrato de concesión celebrado entre el Fideicomiso de la Reserva Atlixcáyotl y As Terra (léase Raymundo Alonso), celebrado el 16 de septiembre del 2006.
Se estableció, por ejemplo, como garantía mínima un pago al gobierno estatal de 5 millones de pesos al año, y como lo hemos relatado en otras columnas existe un pasivo de casi 12 millones.
El secretario seguramente tampoco está informado que As Terra debería invertir un mínimo de 5 millones para obras y trabajos en el recinto. En los 5 años que tiene la empresa la única inversión hecha fue la colocación de un piso de vinil en la sala del Auditorio, en sustitución de la alfombra y no costó 5 millones.
Tampoco se enteró que anualmente —según el contrato— deberían existir como mínimo de 60 eventos. Este número no fue alcanzado ni en el 2009, ni 2010 y mucho menos en lo que va de este año.
Otro incumplimiento es que las condiciones del inmueble y sus equipos deberían mantenerse en perfecto estado; no obstante, según personal que labora en el auditorio están deplorables.
Por ejemplo, no se ha impermeabilizado el techo, lo cual está generando goteras y deteriorándolo. El equipo de audio e iluminación dado en comodato está prácticamente inservible, lo mismo —dicen— de la mecánica teatral y la tramoya.
Si el gobierno del estado verdaderamente acepta las presiones del grupo As Terra y piensa ceder, debería considerar que por lo menos hasta el año pasado el Siglo XXI carecía de licencia de funcionamiento, número de alineamiento oficial y licencia de construcción.
Uno de los problemas que tuvo la empresa As Terra fue que, a parte de incumplir con la mayor parte del contrato establecido en el 2006, desconoció el negocio y sólo pretendió actuar como arrendatario del recinto; es decir, no promocionó y organizó sus propios espectáculos. En el último cuatrimestre, en el único que participó como promotor fue en “El Show de Platanito”.
Actualmente, As Terra quiere vender la idea de que detrás de su empresa está Guillermo Salinas Pliego, hermano de Ricardo y dueño de la Arena Monterrey. De hecho, en el 2006 la concesión del Siglo XXI la buscaron juntos, pero por problemas entre ambos equipos sólo hicieron diez eventos y se separaron.
En la actualidad, Guillermo Salinas está más interesado en terminar la Arena Ciudad de México que adquirir el Siglo XXI.
Para terminar, sólo resta decir que la empresa que tiene más posibilidades es Ocesa. En el 2006 también buscó la concesión, aunque por el escándalo Marín-Cacho, Mario Montero intentó presionar a Ocesa para que convenciera a Televisa de “bajarle a las críticas contra Mario Marín”. Lo que no sabían los marinistas es que Televisa sólo tiene 40 por ciento de las acciones de Ocesa y son absolutamente independientes. Ocesa actualmente es dirigido por Alejandro Soberón Kuri.
Crónicas Marxianas