La noche tibia y callada de Veracruz del pasado sábado en Poza Rica, se repitió el domingo en la población también jarocha de Dos Ríos. Para iniciar, el sábado era de noche en esa petrolera población donde el entusiasta empresario Federico Segura, de manera muy enjundiosa y con mucho empeño, pretende impulsar y fomentar una naciente afición. Era ya de noche, decíamos, cuando salió el quinto para ser lidiado por el aguerrido sevillano Antonio Barrera, toro “cierra-plaza” al que Barrera le cortó las dos orejas, habiéndole cortado una a su primero. El sexto salió más entrada la noche para Arturo Macias, quien lo lidió en la oscuridad de la “noche tibia y callada de Veracruz”. Antes abrió plaza a caballo Rodrigo Santos, quien cortó una oreja a su primero y otra al segundo. Lamentablemente falló la prevención al programar hora y fecha de la corrida, pues coincidió con la inauguración de la Cumbre del Tajín, evento multitudinario que reúne enormes cantidades de jóvenes, mochila al hombro y oloroso cigarro en la boca, que acuden a este tipo de actos provenientes de los más diversos rumbos. Van como en peregrinación en busca de las buenas vibras de esa importante zona arqueológica, en las fechas que dan entrada a la primavera. La escasa asistencia en la plaza quitó brillo al festejo. Curioso resultó —y con agradó paso a comentarlo— el gritó y la actitud de Toño Barrera cuando, dando la vuelta al ruedo con las dos peludas en mano, alguien del tendido le increpó, a lo que sonriente le respondió: “¡Veme a ver a Sevilla!”, donde aparece el sevillano acartelado en la feria de su tierra para el 17 de abril.
Y otro día, después en Dos Ríos, a un lado de Fortín de las Flores, y con la plaza El Pilar llena a su capacidad total, también ya de noche tocó al de Uriangato, Israel Téllez, lidiar a un excelente toro de Utrique, al que le cortó las dos orejas y el rabo, recibiendo el bello y noble cárdeno el honor del arrastre lento. Nuevamente caía la “noche tibia y callada de Veracruz” e Israel terminaba su faena al ritmo de las notas de “Veracruz”.
El cartel se conformó con Rafael Ortega, que se llevó la oreja de su segundo y abrió plaza a caballo Emiliano Gomero, quien cortó una peluda a cada uno de sus toros, mismos que a “la pega” fueron detenidos por los grupos de Forçados de Hidalgo en “riñonuda” competencia con los de Querétaro, que realizaron la pega hasta el tercer intento, mientras los de Hidalgo la culminaron de manera soberbia al primer intento.
Un merecido triunfo
Pasamos ahora a comentar un muy merecido y extraordinario triunfo de la casa amiga, la ganadería de Tenexac, que envío cuatro de sus hermosos y bellos cárdenos a la feria de Tapachula, Chiapas, donde los jóvenes coletudos Javier Tapia “El Calita” y Angelino de Arriaga se encargaron de tumbarles las dos orejas a cada uno de los cuatro, en total ocho orejas y “El Calita” también el rabo de su segundo. Angelino fue más allá y les tumbó también los dos rabos a sus dos toros, lo que convierte esto en un hecho inusitado. Sin menospreciar a la población donde esto ocurrió y que se trataba de un público feriante y festivo, sin duda el entusiasmo, la preparación y el deseo de triunfo de los jóvenes alternantes también jugó papel importante en la obtención de tan importante triunfo, pero resulta incuestionable que la materia prima: “su majestad, el toro” y en este caso los tenexacos jugaron el papel más importante, por lo que la felicidad, la satisfacción nos embarga a los numerosos amigos de Tenexac y nos hace lanzar un fortísimo: ¡Sí a los toros!