El arranque de campaña que ha tenido el PRI y su candidato a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, se asemeja a un guión de película, “Mejor imposible”.
Esto ha hecho que los pronósticos iniciales se modifiquen y hoy se vuelvan más que optimistas debido a que la ventaja —de acuerdo con los últimos sondeos— no sólo se ha mantenido, sino que incluso se incrementó tras los primeros spots que se pusieron al aire, así como las giras de trabajo por diferentes lugares, esto ha comenzado a incentivar a la dirigencia nacional del tricolor que el pasado miércoles se reunió con los 300 candidatos a diputados en la ciudad de México.
Las indicaciones para todos los candidatos es que sean muy cuidadosos de la ley electoral, que no incurran en errores que pudieran repercutir en una sanción o en el retiro de la candidatura. Otro aspecto importante que se les recomendó, por parte del CEN, es que tuvieran cuidado con los topes de campaña, ya que por ahí es otro asunto en donde pueden ser susceptibles de ser atacados.
Una recomendación más fue unificar el discurso para todos los candidatos; una sola campaña, una sola propuesta teniendo como eje central a Enrique Peña Nieto y sus compromisos, nada de propuestas personales o inventos locales.
También la dirigencia nacional hizo entrega de recursos a los candidatos para apoyarlos en sus campañas, con el propósito de cada uno de los aspirantes se convierta en portavoz de Peña Nieto en sus demarcaciones. La reunión estuvo presidida por el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell; Graciela Ortiz, candidata al Senado de la República por la vía plurinominal y secretaria de Elecciones del CEN del tricolor; Miguel Osorio Chong, secretario de Organización y Luis Vega, secretario de Administración.
A los candidatos no se les permitió el uso de celulares, cámaras, Ipads ni ningún objeto, todos los tuvieron que dejar afuera para evitar grabaciones incomodas.

Diario de campaña 4
Cuentan que en el PRI poblano el entusiasmo por la buena forma en que arrancó la campaña de Peña Nieto es tal, que se incrementó la expectativa de distritos que puede ganar el tricolor, eso si en complicidad con el gobernador Rafael Moreno Valle, cuyos operadores de plano están volcados en favor de los candidatos del PRI que responden a los interés del mandatario y de los morenovallistas que van como candidatos del PAN.
La expectativa subió a seis distritos, esa es la cuenta que se hace hoy en día, por parte de quien toma las decisiones en el tricolor, el delegado Héctor Hugo Olivares Ventura, no se confunda. Esto, a pesar de que prácticamente no hay dirigencia estatal y a que son constantes los desencuentros entre todos los mandos del tricolor local, sobre todo entre las “divas” Fernando Morales Martínez, Javier López Zavala y Alejandro Armenta Mier, quienes apenas y se dirigen la palabra cuando se llegan a ver.
Lo bueno es que el PRI encontró en Puebla una mano férrea que de forma efectiva apoya al delegado y que se dedica al trabajo y no a la “grilla”; esa mano —por cierto— es femenina. Tanta desorganización hay, que por eso Blanca Alcalá —candidata al senado—, mejor ha optado por hacer las cosas a su modo y con su equipo, y por el mismo camino está Lucero Saldaña y el candidato a diputado federal por el distrito 6, Enrique Doger Guerrero, cuyo coordinador de campaña, Jorge Ruiz Romero, ni siquiera les pasa la agenda del aspirante priista.
Por cierto, la candidata Blanca Alcalá Ruiz haría bien en sopesar su asistencia o no al encuentro programado para el martes 17 en la Universidad Iberoamericana.
Si va puede intercambiar ideas en buena forma, Alcalá es una mujer bien preparada que puede abordar sin temor cualquier tema y contrastar ideas con el resto de los aspirantes al Senado, Manuel Bartlett, Javier Lozano y Víctor Hugo Islas. Es más, hasta si hay ataques en su contra se puede hacer la victima y ganar adeptos.  De lo contrario, una silla vacía podría pesar mucho en el ánimo del electorado, sino hay que preguntarle a Andrés Manuel López Obrador en 2006.
Una inasistencia se podría traducir como miedo y ser oro molido para sus adversarios en la contienda.