Las autoridades se han pasado minimizando el tema, pero lamentablemente para los millones de personas que vivimos en la Angelópolis los tiempos de paz y de tranquilidad se acabaron.
El robo y asesinato del empresario Antonio Haces D’ Artigues sacudió ayer a la sociedad poblana, la cual en los últimos días ha tenido que lidiar con la detención de importantes miembros del cártel de los “Zetas”.
Los asaltos se han vuelto el pan nuestro de cada día y la tranquilidad que tanto presume la autoridad como uno de sus grandes logros se ha evaporado. No se trata de lucrar con la muerte de este empresario. Ni mucho menos de añadir más dolor a su familia, tampoco de señalar culpables, como muchos ayer se apresuraban hacerlo con toda la mala intención del mundo.
El alcalde Rivera y el gobernador Moreno Valle deben estar de verdad preocupados por lo que ocurre en la ciudad capital del estado, la decisión del mandatario de retirar a mil elementos de seguridad de las calles de la Angelópolis y la falta de resultados del edil capitalino, quien no supo oponerse de manera firme a la medida, ha puesto en riesgo a las familias poblanas.
Es muy fácil utilizar como logo “Puebla el estado de la Paz”, pero simplemente la realidad borra en los hechos cualquier propaganda gubernamental, la cual no está sustentada en acciones que garanticen la integridad de los poblanos. Tantos fuereños al mando de las corporaciones policiacas en el estado también deja mucho que desear, los resultados así lo muestran, la fórmula ha fallado aunque hay que reconocer que han hecho su esfuerzo, no ha sido suficiente.
No es posible que a los exgobernadores recientemente se les haya aprobado contar con 8 escoltas por turno, pagados por todos los poblanos de por vida, mientras el resto de la población se tiene que jugar la vida ante el deficiente trabajo que se realiza por parte de las autoridades en materia de seguridad pública.
La muerte de Toño Haces, a quien tuve la oportunidad de conocer, no debe quedar impune, pero además debe servir para que mejoren las cosas y las autoridades tomen en serio el tema de la inseguridad.
El sindicato de VW se suma a la lista de abyectos
No es que uno quiera que corra la sangre, ni muchos menos, pero el Sindicato de Trabajadores de Volkswagen de México no debió de haber creado una tan alta expectativa en su revisión salarial.
Llegaron con una propuesta de incremento de 16 por ciento a su salario y ayer se conformaron con 5 por ciento, sin consultarlo a la base ni realizar la correspondiente asamblea para solicitar el aval de la base. Ayer, los voceros oficiales del gobernador Moreno Valle se tiraron al piso señalando como “histórica” la negociación.
Me parece que es un paso muy importante el que se dio en la negociación con la empresa y el sindicato de la planta automotriz, sobre todo porque puede incidir en que Audi, filial de la armadora alemana, elija a Puebla como su sede, pero el papel que jugó el líder “charro” del sindicato de VW es deplorable.
Otra respuesta a Luis Salazar
Mi querido Luis, no metas las manos al fuego por nadie. Enrique Quiroz fungió como abogado del exgobernador Marín en el caso Lydia Cacho, él sabe perfectamente que acudió a pedir “ayuda divina” para salir adelante en el caso.
Esa misma “ayuda divina” me platicó la manera tan ingrata en que el hoy subsecretario de la Secretaria General de Gobierno le pagó, luego de haber cobrado una muy buena cantidad de dinero por sus servicios.
Él sabe perfectamente a quien me refiero pero, bueno, se lo dejo así; tampoco soy delator.
Serpientes y Escaleras