Una vez que han visto sus nombres acartelados para la Temporada Grande que arranca este domingo en la señorona plaza de Insurgentes; las realidades, que no promesas de nuestro toreo, los jóvenes que representan ya el renuevo de la baraja taurina, se han metido al campo en serio a prepararse con mucha enjundia.
Así, lo han hecho Sergio Flores y Arturo Saldivar en ese hermoso y bello espacio arquitectónico con mucho sabor a "Campo Bravo", en la ganadería "Las Huertas" ahora en el arranque de una nueva era, hoy bajo la administración de Rodrigo y Gerardo Barroso. Todo inició con una misa en memoria del señor de la casa ya ido, el "Chacho Barroso".
Por ahí, entre otros y testigos deleitantes del buen toreo de los dos toreros tauromágicos los ganaderos Germán Mercado Lamm de "MonteCristo", Fernando Pérez Salazar de "Arroyo Zarco", Juan Pedro Barroso de "Jaral de Peñas", y Benigno Pérez Lizaur de "Santa María de Xalpa".
Verdadero agarrón se han dado, Saldivar y Flores dejando muy claro que en el ruedo y frente al toro, no se van a dejar ganar las palmas, los dos son gallitos de pelea, la rivalidad es tal que Arturo se ha convertido en principal promotor de la encuesta: “Responde:¿Sergio Flores, tiene cara de sacerdote Si o No?
Y otro que cierra su preparación matando dos toros es Diego Silveti, aunque, vía su Tuiter se manifestó muy contento de estar nuevamente en casa, en este su querido México y se refiere a la lidia y muerte de dos toros a puerta cerrada como preparación para su participación en el cartel inaugural de esta temporada grande.
Otros que también se han dado un agarrón en el albero de tientas, fueron Pedro Gutierrez Lorenzo "Capea" y su hoy "cuñao" el espigado y siempre sonriente Fermín Espinosa "Armillita III", el escenario del encuentro fue el cortijo Santa Lucia de León Guanajuato, con novillos muy boyantes de "Arroyo Zarco", de Fernando Pérez Salazar. Encuentro donde toda la familia Gutiérrez Espinosa ha disfrutado en grande, ante la sonrisa del feliz suegro Pedro Gutiérrez Moya.
Y una vez que estamos de acuerdo, en que estas, son ya auténticas realidades; pasamos a hablar de las generaciones que ocuparán los sitios de honor en un futuro no muy lejano, y ahí, vale anotar a Juan Pedro Llaguno, chaval del que se puede escribir un libro, manual o libro de texto, a propósito de los dogmas del toreó, a saber: “El torero nace, no se hace”, y el otro dogma, más sagrado aún: “Se torea como se es”.
Y es que al ver a Juan Pedro, se aprecia de inmediato que el rapaz trae una intuición y una inteligencia toreras, totalmente innatas, poseedor de una envidiable precocidad taurina, valor de acero y lo que resulta más valioso, aquello que Dios da sólo a unos cuantos; deslumbrante y desbordante personalidad.
El mismo comentario vale para el otro chaval, Héctor Gutiérrez, ordinario de Aguascalientes y que a su corta edad no sólo sabe torear de capa lanceando a pies juntos, si no que sabe templar la muleta en la faena. Y también sabe ya torear con las notas de "Pelea de gallos". Chaval este con quien el heredero de la sangre y estirpe Llaguno, compartió triunfo el pasado sábado en la plaza Arroyo, durante el festejo de triunfadores en la categoría menores de 14 años.
¡En horabuena!
¡Toreros habemus!
Arturo Saldivar tentando en “Campo Bravo” novillos de “Las Huertas”.
Fermín Espinosa “Armillita III, en labores de tienta en el cortijo “Santa Lucia”, ganado de “Las Huertas”.