La administración estatal deberá de estar preparada en este mismo mes para tal vez tener que hacer frente a la probable salida de dos elementos clave.
El primero es el secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, quien es manejado para convertirse en subsecretario del Interior, el “hombre fuerte” al frente de la nueva entidad que se creará dentro de la Secretaría de Gobernación y la cual se encargará de manejar todo lo referente a la seguridad pública del país.
Ardelio es la carta de recomendación de Eduardo Medina Mora, actual embajador de México ante el Reino Unido y exdirector general del Cisen en la época de Vicente Fox y exprocurador general de la República al inicio de la administración de Felipe Calderón Hinojosa. Ardelio es de los incondicionales de Medina, quien puja fuerte para que el exdiputado federal del PRI y ahora secretario de Seguridad Pública en Puebla se pueda quedar con la posición, aunque el serrano, conocido en sus épocas de presidente municipal de Xicotepec de Juárez como el “Diablo Mayor”, conoce bien al futuro presidente de México.
Ardelio podría dejar acéfala la Secretaría de Seguridad Pública del estado y con él también se daría una desbanda en los cuerpos de seguridad de varias corporaciones como la Policía auxiliar y los Centros de Readaptación Social, en donde incondicionales del funcionario están al frente de estas dependencias. Otro movimiento podría involucrar el mejor integrante del actual gabinete estatal: me refiero a la probable salida de Luis Maldonado Venegas, secretario de Educación Pública en el estado. Maldonado figura en la lista de probables aspirantes a ocupar la SEP, pero a nivel federal, casualmente es compadre de Eduardo Medina Mora y mantiene una excelente relación con el grupo más cercano al presidente electo, además de una envidiable relación con el obispo Chedraoui, hombre que de verdad influye en el mexiquense.
Está por demás decir que la posible baja de Maldonado tendría un impacto inmediato en el gabinete estatal, ya que no hay en Puebla una figura que pueda llenar “los zapatos” de Maldonado y la interesante obra que comenzó a construir en la llamada “revolución educativa”.
A estos dos movimientos se le puede sumar el del secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, amigo personal de Luis Videgaray, con quien —ya lo he platicado— compartió la mesa directiva de la asociación de estudiantes del ITAM en su calidad de presidente y vicepresidente, respectivamente. En la mente del jefe del gabinete en el gobierno de Puebla no hay más que de dos sopas: o a la candidatura a la alcaldía o irse con Videgaray a México, si es que se presenta una buena oferta.
Bueno, existe una tercera: si cualquiera de las anteriores no se dan, irse y trabajar en su proyecto de filantropía Imagina México, el cual es un plan de grandes alcances y que demuestra el tamaño de altura de miras de Manzanilla.
Es malo escupir al cielo
El día de ayer Edgar Salomón Escorza anunció que presentará una iniciativa de ley para castigar con reducciones en su dieta a aquellos diputados que han sido omisos en sus responsabilidades.
Edgar Salomón se mordió la lengua pues debería de devolver gran parte del sueldo devengado el año pasado, ya que durante casi año y medio en que se ha desempeñado como presidente de la Comisión de Juventud (2011) y presidente de la Comisión de Juventud y Deporte (enero-mayo 2012) sólo ha sesionado en seis ocasiones en total, tres el año pasado y tres más entre enero y mayo de 2012, es decir seis veces en 17 meses, hasta antes de presidir la Junta de Gobierno.
Algo que no debe de pasar por alto es que la ley orgánica del Congreso dice que cada comisión debe sesionar cuando menos una ves al mes. Ahora que le entró una inexplicable prisa al indigno presidente del Congreso, habría que hacerle esta pregunta.
Por cierto, qué lejos están los días en que este personaje fue corrido del DIF estatal por Arturo Hernández Davy, por andar vendiendo las despensa del DIF y cuando fue a tocar la puerta de López Zavala a la Sedeso para recibir protección; ahora viaja en carros de lujo y muchas otras cosas más, de las cuales platicaré en otra entrega.
Serpientes y Escaleras