Desde luego, que como todo en la vida, los toreros, los matantes de toros también pasan por profundos momentos de tristeza, tal debe de ocurrir en estos días con Julián López Escobar, quien en la UCI primero y luego en su habitación del Hospital del Sagrado Corazón en Sevilla, momentos de gran pena y acongojamiento debe haber pasado tras la cornada que en el muslo le ha pegado el castaño, allá si son castaños, de Victoriano del Río, hecho del que nos enteramos el viernes pasado en tiempo real estando en la plaza Fermín Espinosa “Armillita”, de Saltillo, para el sorteo de la corrida, cuando el maestro Fermín, apoderado de “El Cejas”, recibió en su BlackBerry el msn de su hijo, el cuarto de los Armillas, quien estaba en el tendido de La Maestranza y que comentó que lo más alarmante de la escena era la gran cantidad de sangre que salía a borbotones por el boquete de la herida. Tan seria fue la lesión que requirió de una reintervención al día siguiente.
Ha sido Manuel Escribano quien sustituyó a “El Juli” en la corrida de sábado con los Miura, dejándonos a los aficionados con una gran tristeza por habernos quedado con la duda o dudas de cuál hubiera sido la actitud, planteamiento de lidia y resultados del enfrentamiento de Julián y los Miuras, quien también con gran tristeza se quedó con la incertidumbre de qué hubiera pasado ante los de la legendaria casa con hierro de una “A” orejada.
Aquí, en México, será Pablo Hermoso de Mendoza quien habrá de sustituir a Julián en la muy esperada corrida Charra del día 27 en Tlaquepaque, en la que tanta ilusión tenía “El Juli” de participar habiendo sido él uno de los creadores y acariciantes de la idea.
Siendo este otro motivo de gran tristeza, pero, más, mucho más tristes deben estar lo menos cinco empresarios que tenían a Julián como base de cartel en próximas corridas anunciadas y con boletos en venta, el rejoneador navarro podrá sustituirlo en una.
Pero hasta ahí. Ale Talavante, el candidato ideal para reemplazarle, también estará fuera de circulación por cirugía reconstructiva en una mano. Con lo que habrá muchos rostros preocupados y tristes en las empresas.
Y para terminar de hablar del tema de la tristeza en los toreros, que cara de torero tan triste hemos visto en la corrida nocturna de Saltillo, anunciaba como nocturna y no en tinieblas, la empresa del ganadero Guadiana, con mucho dinero, pero como, en muchos casos, muchos asesores, muchos ejecutivos de empresa metiéndole fuerte la espada al bolsillo pero sin prever la adecuada iluminación nocturna, por lo que la corrida se ha dado prácticamente a oscuras. Los diarios de toros han titulado: “Pablo Hermoso ha demostrado que puede torear a ciegas”, “En la oscuridad total ha brillado Pablo Hermoso”. En su primero y con la negrura de la noche, en la penumbra, ha puesto una rosa montando a “Pirata” y matado de estocada estupenda, fulminante para cortar el rabo y las dos orejas del de Julio Delgado.
Y ya que de tristezas toreras hablamos: Esa noche hemos visto la cara más triste de un torero. En su segundo, entre apagones y problemas, las cosas no se dieron igual. Pablo ha pinchado desde su montura 4 veces 4 y ha tenido que echar pie para el descabello efectivo después, también del cuarto intento, por lo que, triste, muy triste, de verdad con el rostro bajo, arrastrando verdadera vergüenza torera, sin mirar al público de frente, sin llevar el rostro en alto, acostumbrado a dejar el albero entre aplausos, ovaciones y gritos de: “¡Torero… torero!” Así mirando con el rostro bajo, muy triste se ha retirado “Pirata” de la plaza. Y al decir: “con mucha vergüenza torera”, quiero decir que: ¡Más que muchos toreros bípedos!