Sin duda alguna, como lo dije desde hace varios días, el debate será definitivo para inclinar la balanza hacia alguno de los dos lados, el de Enrique Agüera y la coalición 5 de Mayo o el de Tony Gali y su Puebla Unida.
Hay que reconocer que aunque la contienda no ha despertado un gran interés ciudadano, ha resultado tal y como la pronosticamos: cerrada, reñida, llena de dramatismo y sobre todo se resolverá el día de la elección, cuando las dos estructuras dirimirán cuál de las dos moviliza mejor y posteriormente cuida meticulosamente las casillas.
¿Quién ganará el debate? Una muy buena pregunta. En lo personal, creo que Enrique Agüera Ibáñez tiene un mejor discurso, bien elaborado, con elementos afectivos que le han dado resultado, centrados principalmente en el tema del humanismo, que ha sido bien recibido en Puebla.
Desde un principio se advirtió que la fortaleza de Agüera estaba en su perfil académico, el cual lo tiene bien posicionado y todavía peleando por el triunfo en este proceso electoral.
Si el pronóstico se cumple, podrá lucir en el escenario de la confrontación de ideas, el cual no le debe de ser desconocido a un hombre que ha tenido que hablar frente a diferentes auditorios en las universidades de mayor prestigio no sólo nacionales, sino internacionales.
Su desventaja, su tono de voz —que no le ayuda mucho—, y debe evitar en todo momento caer en provocaciones que lo pudieran hacer ver enojado o que pierda el control de sus emociones, que es algo a lo que pueden apostar sus adversarios.
Del otro lado, Tony Gali tiene la mesa puesta. La mayoría de la gente que está interesada en el debate lo va a ver por televisión, y es ahí donde el candidato de Puebla Unida luce.
Gali goza de una excelente imagen: viste impecable, tiene porte, es visualmente agradable, está hecho para la televisión, de ahí la insistencia de su equipo de grupos de simpatizantes, como Actívate por Puebla, de que se realizara el debate.
Habrá que ver si no pierde los estribos, ya que es de “mecha corta” y susceptible a caer en provocaciones, algo en lo que sus asesores deberán insistir. Hay que recordar el episodio que el candidato de Puebla Unida vivió en la Universidad de las Américas.
Todavía más importante que el mismo debate será el posdebate, la sobremesa en donde cada uno tratará de erigirse como el ganador del encuentro y para lo cual operan ambos equipos.
En el duelo de ideas es fundamental siempre posicionar en el imaginario colectivo la idea de un ganador de la contienda, lo cual en la mayoría de los casos es poco claro, sobre todo por el tipo de formato que se maneja en estos encuentros.
No obstante, ambos candidatos preparan sus respectivas maquinarias para ponerlas en marcha en pos del tan ansiado triunfo que les permita llegar mejor perfilados a los últimos días de la campaña.
Sobre la encuesta Opina
Ayer el periodista Arturo Luna Silva presentó los resultados de una encuesta realizada por la empresa Opina, la cual fue propiedad del fallecido Rigoberto Benítez, hombre de prestigio dentro del mundo de los estudios de opinión.
De acuerdo con los números de esta empresa, si hoy fueran las elecciones en el distrito 10, la candidata de la coalición Puebla Unida, Patricia Leal Islas, tendría una ventaja de 12.5 puntos sobre la candidata de la coalición 5 de Mayo, Claudia Hernández Medina.
En el distrito 11, el candidato de Puebla Unida, Pablo Montiel Solana, aventaja por 16.3 puntos al abanderado de la coalición 5 de Mayo, Alberto Sánchez Barranco.
Y en el distrito 12, Susana Riestra Piña, también de Puebla Unida, según esta encuestadora tendría 12 puntos de ventaja sobre Sandra Montalvo, de la coalición 5 de Mayo.
Me saltan varias cosas del estudio de esta empresa: el principal, el comportamiento atípico que se reporta del electorado en Puebla capital, y es que si se comparan los números de la encuesta que publica el periódico Cambio, del Gabinete de Comunicación Estratégica de Liébano Sanz y Federico Berrueto, llama la atención que Tony Gali, el candidato de la coalición Puebla Unida, aventaja sólo por 4.4 puntos a Enrique Agüera, de la coalición 5 de Mayo.
Algo anda mal, es decir, o Tony Gali está haciendo una muy mala campaña, que incluso los candidatos a diputados tienen mejores números que él, o el electorado de Puebla está diferenciando su voto, lo cual es poco probable.
Me explico: el comportamiento electoral de Puebla capital no reporta ningún caso de este tipo, mas que el que se dio en el año de 2001 en la elección local en la cual compitieron Carlos Alberto Julián y Nácer —del PRI— contra Luis Paredes Moctezuma del PAN.
Acción Nacional se alzó con el triunfo en la capital con Paredes y en cinco de los seis distritos que en ese entonces existían. El PRI sólo ganó un distrito el 3 de Puebla, ahora ya desaparecido, en la persona de Javier López Zavala.
Otro comportamiento electoral “atípico” se presentó en la tan manoseada elección federal del año pasado, cuando el PAN ganó tres de los cuatros distritos de Puebla capital en el proceso electoral federal, y el PRI un distrito con Enrique Doger Guerrero, aunque la maniobra electoral se pudo explicar muy fácilmente, además de añadir que al gobernador no le interesaba que pudiera ganar Enrique Guevara y por eso lo dejó morir a manos de su aliado Doger.
Los números de Opina nada más no me cuadran. Reitero: o Tony Gali está haciendo muy mal las cosas o algo raro está pasando en Puebla capital, ya que resulta que Pablo Montiel tiene mejores números que Gali, y entonces viene otra pregunta: ¿Haría mejor papel Montiel que Gali? Que le pasen su receta los candidatos a diputados al candidato a la alcaldía.
Y es que otro comportamiento atípico dentro de los números de esta encuesta es que generalmente el candidato a presidente municipal es el que jala a los candidatos a las diputaciones y no al revés.