Concluido el proceso electoral, y con base en los resultados del PREP, de los siete candidatos de Puebla Unida por Puebla capital hay varias lecturas interesantes que se pueden hacer.
Una de ellas es que —como se anticipó— es muy difícil que se presente el voto diferenciado en una elección local, ya que sólo una vez ha ocurrido en el 2001, año en el que Javier López Zavala ganó el proceso electoral en el entonces distrito 3, con cabecera en Puebla.
Varias veces en este mismo espacio advertimos que carecían de seriedad los estudios que afirmaban que se podía dar un voto diferenciado; nada más alejado de la realidad, y así se comprobó, pese a lo apretado del triunfo de Julián Rendón.
De acuerdo con los números, el panista Francisco Rodríguez Álvarez fue quien obtuvo la votación más alta de los siete candidatos de Puebla Unida en Puebla capital, al obtener —de acuerdo con los números del PREP— un total de 48 mil 991 votos, contra los 28 mil 341 de su adversaria del PRI, Bárbara Ganime; la diferencia fue de 20 mil 651 votos, con una participación de un 44.12 por ciento de un padrón de 151 mil 897 ciudadanos.
Franco Rodríguez, el expresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), fue todo un éxito en su primera aparición dentro del mundo de la política, pero hay algunas cosas que se deben tomar en cuenta, sin demeritar lo hecho por el exlíder del organismo en Puebla.
El primer punto es que Franco fue enviado al distrito que se considera más panista en el estado, una demarcación que luego de la redistritación quedó prácticamente sin equilibrios, una zona con alta concentración de población de clase media y media alta, la que tradicionalmente se identifica con el albiazul.
El candidato panista que obtuvo la más alta rentabilidad electoral en el pasado proceso electoral, de acuerdo con los números, es el exsecretario de Salud en el estado, Jorge Aguilar Chedraui, quien originalmente había trabajado la zona de lo que antes fue el distrito 1 y 2 locales y que posteriormente se transformó con la redistritación en el 10.
Cuando llegó el tiempo de las definiciones y la negociación de las candidaturas entre el morenovallismo y el panismo tradicional, Aguilar está listo para ir como candidato por el distrito 10 de Puebla, cuando recibió la noticia de que finalmente sería el distrito 15 al sur de la ciudad donde tendría que contender.
Una encuesta de Parametría, realizada a un mes del arranque del proceso electoral, marcaba que —marca contra marca— el PRI superaba al PAN por 20 puntos en esa zona.
Era todo un hándicap en contra el que tendría que remontar Aguilar, pero finalmente se construyó el escenario ideal para que el exfuncionario pudiera remontar y ganar con 10 mil 920 votos de ventaja, al contabilizar un total —de acuerdo al PREP— de 34 mil 116 votos.
Es decir, el exsecretario de Salud remontó una ventaja de 20 puntos en contra y ganó por 11 de ventaja, ganó 31 puntos durante la campaña.
De este modo, Aguilar Chedraui se convirtió en el candidato de mayor rentabilidad política para el PAN, pese a que no tuvo los números de un Francisco Rodríguez, de un Pablo Montiel Solana, de una Susana Riestra Piña o de un Pablo Rodríguez Regordosa.
En un escenario totalmente adverso, porque los distritos 15 y 16 eran los más desfavorables para la coalición al inicio de la campaña, Jorge Aguilar remontó y se convirtió en uno de los mejores activos para la coalición morenovallista.
Hay que destacar también lo hecho por Pablo Montiel Solana, quien obtuvo la segunda mejor votación en números para Puebla Unida en la capital, con un total —de acuerdo al PREP— de 45 mil 36 votos, para superar al priista Alberto Sánchez Barranco por 15 mil 679 votos.
Hay que tomar en cuenta que Pablo compitió por el distrito que tiene el padrón electoral más grande de la capital, con un total de 189 mil 510 ciudadanos y uno de los que registró el mayor nivel de participación con 45.18 por ciento.
Digno de señalar también dentro de esto, el buen desempeño de los candidatos de la derecha tradicional, y vinculados con el alcalde Eduardo Rivera, como Franco Rodríguez, el propio Pablo Montiel y Pablo Rodríguez Regordosa.