La inseguridad en Puebla capital se ha convertido en un verdadero “foco rojo” para los habitantes, quienes hemos sido víctimas de atraso de alguna u otra forma. Auto partes, robo a casa habitación, transeúntes, “semaforazos”, entre otros.
Esta vez se empiezan a registrar asaltos con violencia a automovilistas que son vigilados y analizados desde días antes con base en el tipo de automóvil que manejan. El punto de partida de los delincuentes son los estacionamientos de centros comerciales de primer nivel como Plaza Palmas, Mazarik, Santa Fe, en donde detectan a sus víctimas y cada uno de sus movimientos.
Hace unos días un personaje público, quien solicitó el anonimato por obvias razones, fue atacado por tres hombres después de seguirlo saliendo de un club deportivo. Uno de los delincuentes lo abordó en cuanto descendió de su coche para distraerlo y fue entonces cuando los otros dos lo amagaron y golpearon quitándole sus pertenencias (reloj, teléfono, cartera); posteriormente, los ladrones lo subieron a la unidad y lo llevaron a mano armada a un cajero de Las Ánimas obligándolo a extraer dinero con distintas tarjetas. Dos se quedaron afuera y uno de ellos entró para asegurarse del movimiento que exigían.
Afortunadamente no ocurrió una desgracia, sin embargo, se tiene conocimiento de que no es la primera víctima en este tipo de modus operandi y se ha llegado a la conclusión (según el análisis de quienes lo han padecido) de que los delincuentes los analizan antes de atracarlos y se basan prácticamente en el modelo de automóvil que conduce la víctima en cuestión.
Si bien es cierto que, en comparación con otras entidades federativas y capitales, los índices de delincuencia en Puebla son menores, la realidad es que esto no debe ser consuelo para nuestras autoridades, pues imagínese usted que ahora tengamos que andar alertas de quién nos voltea a ver, quién se sienta frente a nosotros o viene detrás de nuestra ruta. Y sospechar hasta de nuestra sombra, no es posible.